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Dr. Hugo Villegas de Olazával CIE-9 100 y CIE-10 A27.9 La leptospirosis se le conoce también con los nombres de Enfermedad de Weil, fiebre canícola, ictericia espiroquética (hemorrágica), fiebre del cieno, fiebre de los arrozales, fiebre de los cañaverales, leptospirosis porcina, enfermedad de los porqueros. 1. Descripción: La leptospirosis es una de las zoonosis más difundidas en el mundo, constituyendo un grupo de enfermedades bacterianas que determinan una infección aguda generalizada, caracterizada por vasculitis extensa, causada por espiroquetas del género Leptospira. De manera primaria es una enfermedad de animales salvajes y domésticos; los humanos son infectados ocasionalmente a través de contactos directos o indirectos con animales, y con aguas contaminadas, a través de abrasiones en la piel o mucosas. El cuadro clínico se caracteriza por fiebre, cefalea, escalofríos, hiperestesia cutánea, mialgias intensas (pantorrillas, región lumbar y muslos), y sufusión conjuntival. A esto se agregan náuseas, vómitos o dolor abdominal, tos o faringitis, linfadenopatías, hepatomegalia, exantema, icteria y hemorragia gastrointestinal. En casi la mitad de los pacientes el inicio es "brutal", con inicio de síntomas floridos en una a dos horas. A veces se le diagnostica erróneamente como meningitis o encefalitis. La enfermedad dura de unos pocos días a tres semanas o más. El restablecimiento en casos no tratados puede durar varios meses. Las infecciones pueden cursar asintomáticas. La tasa de letalidad es baja, aumentando de acuerdo a la edad. La muerte se debe principalmente a la insuficiencia hepatorenal, al síndrome de insuficiencia respiratoria o a arritmias por afección del miocardio. 2. Diagnóstico: Se confirma por la elevación de los títulos en las pruebas serológicas, y por el aislamiento de leptospiras en la sangre (en los primeros siete días) o en el líquido céfalorraquídeo (del cuarto al décimo día), durante la fase aguda de la enfermedad, y de la orina después del décimo día, en medios especiales o por inoculación a cobayos, hámsters o jerbos de corta edad. También se utilizan las técnicas de inmunofluorescencia y ELISA para la detección de leptospiras en las muestras clínicas y de necropsia. En el país existe buena capacidad diagnóstica en los laboratorios de INCIENSA Ministerio de Salud) y Sanidad Animal del Ministerio de Agricultura y Ganadería. 3. Agente etiológico: Las leptospiras son miembros de la orden Spirochaetales. Las patógenas pertenecen a la especie Leptospira interrogans, que se ha subdivido en serovariedades. Se han identificado más de 180 variedades serológicas, denominadas serovares. Las más frecuentes en infecciones humanas incluyen canícola, icterohaemorrhagiae, autumnalis, pomona, australis. 4. Distribución: Se encuentra en zonas urbanas y rurales a nivel mundial. Las personas más expuestas al riesgo son aquellas que trabajan en arrozales, plantaciones de caña de azúcar, mataderos, así como granjeros, veterinarios, criadores de animales, así como los que exponen a masas de agua dulce de ríos, canales o lagos contaminados por orina de animales domésticos y salvajes. En Costa Rica el primer caso registrado fue a inicios de la década de los ochenta, que presentó un cuadro ícterohemorrágico. El lugar de infección se atribuyó a la Península de Osa. El CDC de Atlanta determinó la presencia de la serovariedad Pomona. El cuadro clínico inicialmente fue calificado de fiebre amarilla. En 1988 se presentó un brote epidémico en las áreas de Puerto Cortés y Parrita, con 81 casos y 4 defunciones. Los enfermos refirieron haber estado en contacto con aguas contaminadas en zonas de inundaciones producto de los Huracanes "Gilbert" y "Juana". Posteriormente se notificaron casos esporádicos en Santa Ana, Goicochea, Guácimo y Puriscal. El Laboratorio del Ministerio de Agricultura y Ganadería de 1984 a 1994 ha efectuado 918 exámenes en humanos, resultando positivos 279. En bovinos, suinos y equinos se ha detectado 25,9% de positivos por leptospira en todo el país. En 1995, de enero a octubre se han registrado 173 casos en humanos a nivel nacional, en 28 cantones del país, con predominio de Corredores (68 casos), Golfito (37), Atenas (18) y Osa (12); con una distribución por edades de 52,6% en personas de 15 a 44 años, 34.6% en menores de 15, y 12,7% en mayores de 45 años. La Región Brunca ha acumulado el 70,5% del total, seguida de la Central Norte con 13,8%, y la Central Este con 5,2% A mediados de octubre de 1995 se presentó una epidemia de leptospirosis en el área de Achuapa (León-Nicaragua), que había sufrido inundaciones de gran magnitud. En la segunda semana de noviembre se habían registrado más de 2 000 casos con 15 defunciones. El cuadro clínico fue de una enfermedad aguda, febril, con escalofríos, cefalea y dolores músculoesqueléticos. Cerca del 10% de pacientes fueron hospitalizados con manifestaciones severas, incluyendo dolor abdominal, hipotensión, y/o distress respiratorio, así como trastornos renales. Las personas que fallecieron presentaron dificultad respiratoria y hemorragias pulmonares. Se descartaron por pruebas de laboratorio el dengue y dengue hemorrágico, así como infecciones por Arenaviridae, Bunyaviridae, Filoviridae, Flaviviridae, Rhadoviridae, Togaviridae, Rickettsiosis, Ehrlichia chafeensis y Coxiella burnetii. Estudios realizados por CDC mediante pruebas inmunohistoquímicas determinaron la presencia de leptospira en tejidos hepático y renal, de tres pacientes que fallecieron. Exámenes de tejidos de esos pacientes con anticuerpos policlonales fueron negativos para dengue , fiebre amarilla, hantavirus, arenavirus y virus Ebola. Un elemento que se destaca en el estudio de la epidemia es la presencia de síntomas respiratorios severos y hemorragias pulmonares que no se habían observado en el Hemisferio Occidental, aunque si habían estado asociadas a grandes brotes en Korea y China. El cuadro clínico y epidemiológico de leptospirosis es similar a variaas enfermedades febriles en los trópicos, de allí la necesidad de establecer diagnósticos diferenciales, con cuadros que tienen sintomatología y comportamiento similar. 5. Reservorio: Animales salvajes y domésticos. Distinto con las serovariedades. Los casos notables son las ratas (ícterohemorrhagiae), los cerdos (pomona), los bovinos (hardjo), los perros (canícola) y los mapaches (autumnalis). En los Estados Unidos, los cerdos parecen ser el reservorio de la serovariedad bratislava. Otros huéspedes animales incluyen a roedores ferales, venados, ardillas, zorros, mapaches, zarigüeyas ("zorro pelón"). 6. Modo de transmisión: A través de la piel y mucosas, sobre todo si hay excoriaciones, al ponerse en contacto con agua, tierra húmeda o vegetación contaminadas con la orina de animales infectados. A veces se ha descrito la transmisión por alimentos contaminados con orina de roedores infectados, y en otras ocasiones por inhalación de gotitas en aerosol de líquidos contaminados. 7. Período de incubación: Por lo general 10 días, con variaciones de 4 a 19 días. 8. Período de transmisibilidad: La transmisión persona a persona es rara. Los enfermos suelen eliminar leptospiras por orina durante un mes; en algunos casos este período se prolonga hasta 11 meses. 9. Susceptibilidad y resistencia: La susceptibilidad humana es general. La inmunidad es selectiva a la serovariedad que produce la infección. 10. Métodos de control: a. Medidas preventivas: b. Control del paciente, de los contactos y del ambiente inmediato: c. Medidas en caso de epidemia: d. Repercusiones en casos de desastres: e. Medidas internacionales: Bibliografía: Takafuji ET, Kirkpatric JW, Miller RN, et al. "An efficacy trial of Doxycycline chemoprophylaxis against leptospirosis". N Engl J Med, 1984;310:497-500.
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