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    Fiebre Hemorrágica por Virus Ebola 

    Dr. Hugo Villegas de Olazával 

    CIE-9 078.8; CIE-10 A98.3, A98.4 

    Forma parte de un conjunto de enfermedades producidas por virus, conocidas con los nombres de Fiebre Hemorrágica Africana y Enfermedad Vírica de Marburg. 

    La Organización Mundial de la Salud en 1995 comprobó que el virus Ebola estuvo implicado en una epidemia de fiebre hemorrágica, en Zaire, que causó cerca de un centenar de defunciones. El virus ha sido identificado por los Centros de Control de Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos. 

    1. Descripción de la enfermedad 

    Se caracteriza por inicio repentino con fiebre, malestar, dolores de cabeza y musculares, faringitis, seguidos de vómitos, diarreas, erupciones en la piel y hemorragias. Los estudios de laboratorio indican ataque en diferentes órganos y sistemas, sobre todo en hígado, bazo y riñón, y en menor grado en páncreas, corazón y sistema nervioso. Hay disminución de glóbulos blancos y en forma notable de plaquetas, con incremento de transaminasas. 

    El diagnóstico se hace por medio de pruebas de inmunofluorescencia indirecta, ELISA o Western Blot, para detectar anticuerpos IgG específicos. Los estudios de laboratorio son de alto riesgo y deben efectuarse en lugares con altas medidas de seguridad. 

    Cerca del 25% de los casos notificados de infección por virus Marburg terminan en la muerte; las tasas de letalidad de enfermedad de Ebola en Africa han variado del 50 a 90%. 

    2. Agentes infecciosos 

    Son virus miembros del grupo Filoviridae. Los dos virus, Ebola y Marburg, son diferentes y no se relacionan con otros agentes infecciosos conocidos. 

    3. Modo de transmisión 

    La transmisión de una persona a otra se produce por contacto directo con sangre, secreciones, órganos o semen infectados. Agujas y jeringas contaminadas fueron la causa primaria en casos previos en Zaire. El virus no es fácilmente transmisible sin embargo, requiriéndose contactos íntimos con personas infectadas, tales como ocurren en los cuidados a pacientes y la manipulación de materiales contaminados. En algunos grupos africanos se acostumbra lavar los cadáveres o extraerles los órganos internos, lo cual favorece la transmisión. 

    4. Reservorio 

    Se desconocen los reservorios. Algunos investigadores consideran que los monos verdes africanos pueden constituir un reservorio natural del virus. 

    5. Período de incubación 

    De 2 a 21 días en la enfermedad por virus Ebola; y de 3 a 9 días en la enfermedad de Marburg. 

    6. Período de transmisibilidad 

    Persiste mientras la sangre y las secreciones contengan virus. Entre las personas con contacto directo mayor se presentaron casos entre el 5 y el 15%. 

    7. Susceptibilidad y resistencia 

    Todas las personas son susceptibles a la enfermedad. 

    8. Distribución de la enfermedad 

    La enfermedad de Ebola se identificó en Sudán y Zaire en 1976, con un segundo brote en 1979. En el primer brote hubieron 70 casos con 33 defunciones; y en el segundo, 229 casos con 117 muertes en Sudán, y 237 personas con 211 defunciones en Zaire. 

    9. Medidas de control 

    a. Medidas preventivas  

    • No está disponible una vacuna ni hay tratamiento específico. 
    b. Control del paciente, de los contactos y medio ambiente 
    • Como en todos los casos de enfermedades altamente transmisibles deberán extremarse las medidas de control de los casos. Los pacientes son aislados para evitar la difusión de la enfermedad. El uso de jeringas y agujas será estrictamente personal, así como el uso de elementos para la eliminación de secreciones. Restricción de relaciones sexuales por tres meses o hasta que el semen esté libre de virus. 
    c. Medidas en caso de epidemia 
    • La introducción de la enfermedad en Costa Rica se considera remota. Sin embargo, deberá mantenerse alerta epidemiológica mientras persista el problema en Africa, en razón de la facilidad de los viajes internacionales. La Organización Mundial de la Salud, emitió una serie de comunicados en relación con las personas que procedan de áreas afectadas, recomendando la aplicación de las medidas de prevención y control que están establecidas para enfermedades con alto potencial de producción de epidemias, no siendo necesario instituir medidas especiales a pasajeros o tripulación que provenga de las áreas afectadas. 
    Bibliografía: 
    • Control of Communicable Diseases Manual. Abram S. Benenson, Editor. Sixteenth Edition, 1995. An official report of the American Public Health Association. 

    • Mandell, Douglas and Bennetts. Principles and Practice of Infectious Diseases. Fourth Edition, 1995. Churchill Livingstone.
     
 
        
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