2.- Buena
fe y costas procesales
 
 
 
En nuestro 
ordenamiento jurídico, la condenatoria en costas se encuentra regulada 
en el art.221 del Código Procesal Civil, y el art.222 ídem, 
otorga al juez  la potestad de eximir del pago de las mismas, cuando 
el vencido haya litigado con evidente buena fe. Del análisis de estas 
disposiciones se observa que la condena en costas es la regla y la exoneración 
constituye la excepción.
   
   Las anualidades no 
constituyen sobresueldo, por lo que el reclamo del actor no tenía fundamento.
Además, lo pretendido por el actor era irracional, pues las anualidades
se calculan a partir del salario base y no se incluyen dentro del mismo,
situación que el actor debió conocer pues contó con
asistencia profesional para entablar su demanda. Por estas razones no puede
considerarse que la actuación del actor haya sido de buena fe.   
   
   Así lo establece 
la sentencia Nº 00105-99 (Exp. 98-300111-417-LA) dictada por la Sala 
Segunda de la Corte Suprema de Justicia; en San José, a las 15:10 hs.
del 5 de mayo de 1999.
 
 
 Proceso ordinario 
establecido ante el Juzgado Primero de Trabajo de Puntarenas, por J.M.V.L., 
contra la CCSS.
 
 
 Resultando:
 
 1.- El actor, 
en escrito fechado 13 de abril de 1998, con base en los hechos y citas legales 
allí contenidas, solicita que en sentencia se declare: 
 
 Primero: Que se ordene 
reajustar el pago de los aumentos anuales, tomando en consideración 
el cálculo respectivo sobre el salario clase, más los sobresueldos, 
según lo establecido por el artículo 4 de la Ley de Salarios 
de la Administración Pública. 
 
 Segundo: Que se reconozca 
y se pague la diferencia existente en el pago de los derechos de aguinaldo 
y vacaciones, resultado de incluir en el cálculo correspondiente, (sic)
por concepto de anualidades.
 
 Tercero: Que las diferencias 
salariales deben reconocerse durante todo el período anterior a la 
relación laboral y hacia el futuro, sin límite de fecha, lo 
anterior con base en lo dispuesto por resolución Nº5669-93 de 
la Sala Constitucional, en cuanto anuló por inconstitucional el artículo 
606 del Código de Trabajo, y declaró imprescriptibles los derechos 
del trabajador mientras se mantenga la relación laboral.
 
 Cuarto: Que por tratarse 
de salarios, se le debe reconocer los intereses moratorios sobre los tractos 
salariales mencionados y los demás extremos adeudados, al tipo de interés
fijado por el artículo 1163 del Código Civil... 
 
 Sétimo: Asimismo, 
como parte de sobresueldos se debe tomar en consideración, el dinero 
que se les proporciona por la compra de uniformes lo cual se hace tres veces 
al año, de igual forma solicita que la CCSS haga un promedio del costo 
de la alimentación por semana y luego por mes, a efecto de sacar un 
promedio del costo de ésta, sin dejar de lado el pago de los días 
feriados así como de las horas extraordinarias ya que estos rubros 
constituyen parte del salario clase de acuerdo a las nuevas doctrinas de Derecho
Laboral y se deben sumar al salario clase.
 
 2.- El accionado, 
contestó la demanda en los términos que indica en el memorial 
fechado 25 de junio de 1998, y opuso las excepciones de falta de derecho y
prescripción y la genérica de sine actione agit.
 
 3.- El señor 
Juez... en sentencia dictada a las 11 hs. del 11 de febrero del año 
en curso, resolvió: "En virtud de las consideraciones expuestas, citas 
de ley y jurisprudencia citadas, se acogen las excepciones de falta de derecho 
y sine actione agit, en sus modalidades de falta de derecho y falta de interés, 
opuestas por el ente demandado y se rechaza la última, en su modalidad 
de falta de legitimación. En consecuencia, se declara sin lugar en 
todos sus extremos la presente demanda ordinaria, promovida por J.M.V.L. contra
CCSS. Se omite pronunciamiento sobre la excepción de prescripción 
por innecesario. Son las costas personales y procesales a cargo de la parte 
actora, fijándose las primeras en la suma prudencial de treinta mil 
colones... 
 
 4.- El apoderado 
del actor apeló, y el Tribunal de Puntarenas en sentencia de las 14:20 
hs. del 19 de marzo del presente año, resolvió: "Por la unanimidad 
de los votos: Se confirma, en todos sus extremos la sentencia impugnada".
 
 5.- El apoderado 
de la parte actora, en escrito presentado el 8 de abril del año en 
curso, formula recurso ante esta Sala, que en lo que interesa, dice: 
 
"Los fallos 
que impugno deben revocarse parcialmente, por cuanto, se condena a la parte 
actora al pago de las costas, en ningún momento mi representado tuvo 
la convicción de que la demanda por él presentada contra la 
CCSS no tuviera asidero legal. La pretensión fue denegada precisamente 
por cuestiones esenciales de interpretación jurisprudencial, específicamente 
en lo que respecta a elementos que constituyen el salario base, haciendo la
diferencia de los que no forman parte de él. En casos como el presente 
en donde lo esencial es determinar la aplicación del derecho en materia 
laboral, los Tribunales han optado por resolver sin especial condenatoria 
en costas. 
 
 
"Tal y como 
lo señala el Lic. J.C.B.V. en su voto: `Y así se puede apreciar, 
entre otras, en las sentencias de la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia,
Nº36 de 9:40 hs. del 3 de abril de 1990; 257 de 9:30 hs. del 21 de octubre
de 192 (sic); 129 de 14:30 hs. del 27 de mayo de 1998. La última cita
es una de las que trata sobre la determinación que en sus pronunciamientos 
ha dado la Sala sobre el alcance del artículo 4 de la Ley de Salarios 
de la Administración Pública, reformada por la Ley Nº6835 
de 22 de diciembre de 1982, conceptos que también fueron extornados 
(sic) en la sentencia Nº309-97 que el señor juez de instancia 
destaca en su sentencia como antecedente para rechazar la pretensión 
del actor que procuraba el reconocimiento de reajuste de anualidades.' 
 
 
"De ahí 
que, la buena fe por parte de mi representado siempre ha estado presente en
este asunto, lo cual le exime de cancelar las costas, ya que como parte débil
en la relación laboral, la única forma de hacer valer sus derechos
ante el patrono es acudiendo ante los Tribunales de Justicia (sic) de que
se le reconozca el derecho que invoca, que (en) este caso fue el reajuste
de las anualidades. Con estas observaciones, pido que se revoque el fallo
que se conoce en alzada, en lo referente a la condenatoria en costas a la
parte actora, dejando sin lugar lo dispuesto por el Juzgado Primero Civil
y de Trabajo de Puntarenas, así como lo dispuesto por el Tribunal Superior
de Puntarenas.”...
 
 
 
 Considerando:
 
 I.- El apoderado 
del actor formula este recurso contra la sentencia dictada por el Tribunal 
de Puntarenas, a las 14:20 horas, del 19 de marzo, de 1999. Argumenta que 
la sentencia recurrida debe revocarse, únicamente con respecto a la 
condenatoria en costas a cargo de su representado, dado que su pretensión 
fue denegada por interpretación de criterios jurisprudenciales, cuando 
en realidad, en casos como éste, donde lo esencial es determinar la 
aplicación del derecho en materia laboral, lo pertinente es resolver 
sin especial condenatoria en costas.
 
 II.- En nuestro 
ordenamiento jurídico, la condenatoria en costas se encuentra regulada 
en el numeral 221 del Código Procesal Civil, y como eximente de dicha 
condenatoria el artículo 222 ibídem, otorga la potestad al juez
de eximir del pago de las mismas, cuando el vencido haya litigado con evidente
buena fe. Del análisis de estas disposiciones, es posible observar
que la condena en costas es la regla, y la exoneración constituye la
excepción, siempre y cuando se den los supuestos necesarios para ello.
 
 III.- En un caso 
similar al que nos ocupa, la Sala, mediante Voto Nº223, de las 14:30 
hs., del 26 de setiembre de 1997, resolvió lo siguiente
 :
 
“III.- La 
reclamación de la representante del Estado se basa en que no existió 
buena fe en la actuación del actor, puesto que el mismo conocía 
que, en su salario, no existía sobresueldo alguno sobre el cual aplicar 
lo preceptuado en el artículo 4 de la Ley de Salarios de la Administración 
Pública. Se hace necesario entonces, conocer el comportamiento desplegado 
por la parte actora, a efecto de determinar si actuó de buena fe. Como
consta en el escrito de demanda, el actor solicitó que los montos que
recibía por concepto de anualidades debían ser tomados en cuenta
para calcular los aumentos posteriores, y, en ese sentido señaló:
 
 
“2.- Pese 
a que al día de hoy el Estado-patrono me reconoce los aumentos anuales 
relativos a los años de servicios en esa Institución, en la 
actualidad no se me cancelan los montos que por concepto de dichos aumentos 
anuales son en corresponderme...
 
 
“4.- En la 
actualidad al suscrito se le cancelan los aumentos anuales tomando en consideración 
únicamente (sic) el salario de clase lo que de manera evidente resulta 
totalmente contrario a lo dispuesto por la Ley antes citada.”
 
 
 El actor formuló 
dicha solicitud con fundamento en el numeral 4 de la Ley mencionada, que en
lo que interesa señala: “... La suma del salario clase, más 
los sobresueldos, constituyen el nuevo salario base, el cual servirá 
para la correspondiente ubicación en la presente escala salarial.” 
 
 Con lo expuesto, se
evidencia claramente que el reclamo del actor no tenía ningún
fundamento, en el entendido de que las anualidades no constituyen sobresueldo
alguno. Además, lo pretendido por el actor era irracional, pues precisamente 
las anualidades se calculan a partir del salario base y no se incluyen dentro 
del mismo, situación que el actor debió conocer pues contó 
con asistencia profesional para entablar su demanda. Por estas razones no 
puede considerarse que la actuación del actor haya sido de buena fe..." 
(Lo destacado es nuestro). 
 Al igual que en la referencia 
jurisprudencial, el actor formuló esta demanda para que se le concediera 
un aumento en sus anualidades, tomando en consideración los sobresueldos 
que percibe, así como los aumentos en su "salario de clase", a lo cual,
según él tenía derecho con base a lo dispuesto por el
artículo 4 de la Ley de Salarios de la Administración Pública
–modificado por la ley número 6835, del 22 de diciembre, de 1982–.
Sin embargo, en el transcurso del proceso se determinó que no tenía
derecho a lo solicitado, por lo que, de ninguna forma se le puede tener como
litigante de buena fe, dado que su gestión es contraria a lo establecido
en las normas citadas, situación que debió ser de su conocimiento,
máxime si se considera que fue asesorado profesionalmente para la
interposición de su demanda.
 
 IV.- En conclusión, 
se debe confirmar el fallo recurrido.
 
 
 Por tanto:
 
 Se confirma la sentencia 
recurrida.