Vol. 35 (1) Marzo 2018 ISSN 1409-0015 Medicina Legal de Costa Rica Edición Virtual
2018 Asociación Costarricense de Medicina Legal y Disciplinas Afines
Leishmaniasis: Opciones terapéuticas en la población pediÔtrica
Leishmaniasis: Therapeutic options in the pediatric population
Dra. Loretta Piccolo Johanning
1
, Dra. Eugenia PƩrez Elizondo
2
, Dra. Laura Ɓlvarez Morales
3
,
Dra. Carolina Wang Zúñiga
4
, Dr. Mario Sancho Torres
5
1. MƩdico residente de dermatologƭa, UCR-CCSS.
2. MƩdico general, unidad de dermatologƭa Hospital Nacional de NiƱos HNN
3. MƩdico asistente especialista en dermatologƭa y pediatrƭa, HNN
4. MƩdico asistente especialista en dermatologƭa, HNN
5. MƩdico asistente especialista en dermatologƭa y pediatrƭa, Jefe del servicio de
dermatologĆ­a, HNN
Autor para correspondencia: Dra. Loretta Piccolo Johanning - lorettapiccolo@yahoo.com
Recibido: 29-I-2018 Aceptado: 01-III-2018
Resumen
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria crónica endémica en muchas partes del mundo.
La variabilidad de cepas, su clĆ­nica y respuesta a tratamiento ha hecho que se clasifique en dos
grandes grupos: la leishmaniasis del Nuevo Mundo y la del Viejo Mundo. SegĆŗn esto, varĆ­an las
recomendaciones respecto a manejo y seguimiento. En esta revisión se hace énfasis a la
leishmaniasis de nuestro medio, revisando opciones terapƩuticas y posibilidades principalmente
en la población pediÔtrica.
Palabras clave
Leishmaniasis – Población pediĆ”trica- especies de Leishmania – tratamiento en niƱos
Abstract
Leishmaniasis is a chronic parasitic disease endemic in many parts of the world. The variability
of strains, their clinic and response to treatment has led to their classification into two major
groups: New World leishmaniasis and Old World leishmaniasis. According to this, the
recommendations regarding management and follow-up vary. In this review, emphasis is placed
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on leishmaniasis in our environment, reviewing therapeutic options and possibilities mainly in
the pediatric population.
Key words
Leishmaniasis - Pediatric population - Leishmania species - treatment in children
Introducción
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria crónica causada por un protozoario del género
Leishmania que se considera endƩmica en muchas regiones del mundo; 90% de todos los casos
ocurren en AfganistÔn, Argelia, Brasil, IrÔn, Perú, Arabia Saudita y Siria.
(1,5,14)
. Se considera
endémica con su manifestación cutÔnea en regiones cercanas a la frontera entre México y Estados
Unidos, a lo largo de Centroamérica y hacia la región de Rio de Janeiro.
(15)
Presenta manifestaciones cutÔneas, mucocutÔneas y viscerales. Según el sitio geogrÔfico, una
forma especĆ­fica de Leishmania puede estar causada por una cepa distinta de Leishmania spp.
(1)
Por ejemplo, en Centro y SuramƩrica se ha documentado la presencia de L. mexicana y L.
braziliensis como causantes de enfermedad cutƔnea y mucocutƔnea, mientras que en el Medio
Oriente las principales cepas causales son L. tropica y L. major. La leishmaniasis visceral es
causada por L. donovani en India, Bangladesh, China, Nepal y SudƔn, por L. infantum en
NorteamƩrica y por L. chagasi en LatinoamƩrica.
(1)
Se sabe que la evolución natural de las infecciones cutÔneas por L. panamensis y L. braziliensis
es autoresolutiva en un periodo mayor a los 12 meses, sin embargo de un 1-3 % de los casos
podrĆ­an metastatizar a la mucosa nasal y oral (enfermedad mucosa) en un periodo variable de
meses a aƱos; los casos por L. mexicana curan mƔs rƔpidamente y no ocasionan metƔstasis
mucosas.
(15)
En Costa Rica se ha reportado la presencia de varias formas clƭnicas: cutƔnea, mucosa,
mucocutÔnea y cutÔnea atípica; esto varía según la especie de leishmania y el estado
inmunológico del huésped. El agente etiológico mÔs frecuente es la Leishmania panamensis,
aunque tambiƩn se ha demostrado la presencia de la L. braziliensis.
(2)
Los compuestos antimoniales se han considerado como la primera lĆ­nea de tratamiento para todas
las formas de leishmania por mƔs de 60 aƱos
(1,3,11)
. Los pocos estudios que se han realizado en
población pediÔtrica demuestran que niños con leishmaniasis cutÔnea tienen una menor tasa de
respuesta a estos medicamentos, y una mayor tasa de eliminación en comparación con la
población adulta, y aún así todavía son de primera elección.
(18)
Segundas lĆ­neas de tratamiento
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comĆŗnmente utilizadas incluyen la pentamidina y la anfotericina B
(1,3,11)
. Recientemente se ha
aprobado el uso de miltefosina como el primer tratamiento vĆ­a oral contra la leishmaniasis,
utilizado tanto en pacientes que responden a los antimoniales como los que no lo hacen
(1)
.
Existen varios medicamentos en el tratamiento contra la leishmaniasis cutƔnea, pero son
accesibles o efectivos sólo a un porcentaje de la población afectada. Los niños presenta una
constelación de desafíos: se ha demostrado una mayor patogenicidad de la infección por
Leishmania en comparación con los adultos, son mÔs propensos a tener lesiones en cara,
dependen de los adultos para tener acceso a la atención médica, la información farmacológica en
este grupo etƔreo es limitada, y es probable que la farmacocinƩtica y farmacodinƔmica de los
medicamentos contra la leishmania sea distinta.
(18)
Antimoniales
Los antimoniales pentavalentes fueron desarrollados en 1945
(11)
y han sido considerados como el
tratamiento de elección para todas las formas de leishmaniasis
(1,3,5,8,9,11)
con rutas de
administración intravenosa, intramuscular e intralesional
(1,3,13)
. Su utilidad se ha demostrado
principalmente en regiones de Ɓfrica, AmƩrica del Sur, Bangladesh, Nepal e India a una dosis de
20mg/kg/dĆ­a del antimonio puro por 28-30 dĆ­as (mĆ­nimo por 20 dĆ­as)
(1,3)
del antimonial puro. A
esta dosis se ha documentado una tasa de curación en India del 81%, que aumenta a 97% si se
extiende por 40 dĆ­as.
(1)
En nuestro medio se utiliza el antimoniato de meglumina (Glucantime®). Su presentación es en
ampollas; cada ampolla de 5mL corresponde a 405mg de antimonio pentavalente puro; cada mL
por lo tanto contiene 81mg de antimonio pentavalente. Una ampolla de 5mL corresponde a 1.5g
de antinomiato de meglumina ya incluyendo los excipientes, por lo que se aclara que la dosis
recomendada serĆ­a de 70mg/kg/dĆ­a de la ampolla del GlucantimeĀ® (que equivale a los
20mg/kg/dĆ­a del antimonial puro). En nuestra experiencia, se recomienda que no se deberĆ­a de
usar mÔs de una ampolla de Glucantime® en población pediÔtrica por día.
Se recomienda no administrar mÔs de 3 ampollas en una sola aplicación
(13)
en adultos. La vĆ­a
intravenosa no requiere dilución para la aplicación. La administración se realiza con aguja fina
(ej. calibre 25), y debe ser lenta (mĆ­nimo 5 minutos).
(13)
Existe una variación clínica de respuesta al antimonial pentavalente stibogluconato de sodio
(PentostamĀ®) y al antimoniato de meglumina (GlucantimeĀ®). L. donovani y L. braziliensis
parecen ser 3-5 veces mƔs sensibles al Pentostam que L. major, L. tropica y L. mexicana
(1)
.
Un
estudio controlado en Guatemala documentó una mayor tasa de curación con Pentostam® en
pacientes con L. brazilienzis (96%) que aquellos con lesiones por L. mexicana (57%).
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En Costa Rica, se recomienda el uso de antimoniales pentavalentes por por lo menos 20 dĆ­as
como evidencia tipo B y C en pacientes infectados por L. braziliensis y L. panamensis.
(8)
En
pacientes con L. panamensis se ha sugerido ademÔs su combinación con ketoconazol 600mg/día
por 28 dĆ­as o combinado con alopurinol por 15 dĆ­as.
(8)
Para lesiones cutÔneas, si no se logra una cicatrización completa en un periodo de 12 semanas
despuƩs de terminado el tratamiento administrado vƭa parenteral, deberƔ repetirse el esquema,
prolongƔndose a 30 dƭas. En caso de fallo terapƩutico, se recomienda usar medicamentos de
segunda lĆ­nea
(13)
.
Actualmente no se recomienda el uso de tratamiento intralesional como monoterapia en pacientes
con leishmaniasis del Nuevo Mundo dada la posibilidad de tener una enfermedad diseminada a la
hora del diagnóstico
(8)
. En nuestra experiencia se puede utilizar como tratamiento
complementario la vƭa intralesional siempre y cuando haya completado tratamiento sistƩmico a
las dosis adecuadas y por el tiempo recomendado (por lo menos 21 dosis).
Recientemente se ha incluido a los niƱos como grupo etario en estudios comparativos,
demostrando una menor tasa de respuesta y mayor tasa de eliminación de los antimoniales en
comparación con adultos, principalmente aquellos menores de 7 años de edad.
(9)
Algunos estudios indican que los niños pueden llegar a tener una menor tasa de curación con
respecto a los adultos
(5)
. Un estudio realizado en Mashhad (IrƔn) donde L. tropica es endƩmica
demostró una menor tasa de curación en pacientes menores de 15 años luego de 20 días de
tratamiento a dosis de 20mg/kg/dƭa de antimonial puro, con una falla terapƩutica de 64.7% a los
45 dĆ­as versus 36.7% en adultos
(5)
.
Un estudio realizado en PakistƔn en 60 pacientes adultos con leishmaniasis cutƔnea causada por
L. tropica comparó la tasa de respuesta al tratamiento utilizando diversas formas de
administración. Un grupo fue sometido a tratamiento intramuscular con dosis de 20mg/kg/día de
antimonial puro (mÔximo 850mg) por 21 días con una tasa de curación del 55%. Otro grupo fue
sometido a tratamiento intralesional (0.5mL, 45.5mg) junto con tratamiento intramuscular a dosis
similares por 21 días con una tasa de curación del 75%. El último grupo fue el grupo control, con
un 10% de curación espontÔnea.
(6)
En India se ha documentado una alta resistencia al tratamiento con antimoniales. Se cree que esto
se da por el uso indiscriminado del tratamiento dado que estƔ disponible de venta libre. AdemƔs,
ha sido una prÔctica común el iniciar a bajas dosis e irla incrementando gradualmente. Se
emplean tambiƩn periodos libres de tratamiento con el fin de prevenir la toxicidad renal. En
muchas ocasiones, la dosis diaria total del medicamento se divide en dos para ser administrada
dos veces al dƭa. Estas prƔcticas presuntamente exponen a los parƔsitos al medicamento,
ocasionando una tolerancia progresiva.
(1)
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La probabilidad de respuesta al tratamiento con antimoniales disminuye una vez que se
documenta recaĆ­da al tratamiento inicial.
(1)
La curación se determina al observar una apariencia
de curación a los dos meses, no haber tenido recaía a los 12 meses, y al no desarrollar una
enfermedad mucosa posterior.
(17)
Los principales efectos adversos documentados son: dolores musculoesquelƩticos, nƔuseas,
vómitos, diarrea, dolor abdominal, cefalea, anorexia, astenia, fatiga, fiebre, exantema, eritema y
urticaria
(3,13)
. La administración vía intramuscular se ha asociado con dolor leve- moderado en el
sitio de aplicación, por lo que se recomienda alternar los sitios de aplicación, de preferencia en la
región glútea
(3,13)
. Las reacciones locales mƔs frecuentemente reportadas en casos administrados
vĆ­a intravenosa son el desarrollo de tromboflebitis, flebitis y edema. En casos de uso intralesional
las principales molestias son dolor, eritema o edema en el sitio de aplicación
(3,13)
.
Los efectos adversos cutƔneos se han visto relacionados con las altas concentraciones de plomo,
cadmio y arsƩnico presentes en los viales
(3)
.
Los efectos adversos de laboratorio mƔs frecuentes documentados son un leve a moderado
aumento en las transaminasas y enzimas pancreƔticas. Sin embargo, raramente lo suficiente como
para requerir suspensión del tratamiento. Otros efectos adversos documentados son: elevación de
creatinina y de fosfatasa alcalina, deterioro de la función renal, eosinofilia, leucopenia y
trombocitopenia. Todos estas alteraciones cuando ocurren suelen ser de manera transitoria y
retornan a lo normal al final del tratamiento.
(3)
Las alteraciones de la función cardiaca son dosis-dependientes y generalmente reversibles
(13)
.
Las anormalidades al electrocardiograma mÔs frecuentes son la prolongación del intervalo QTc, y
alteraciones en la repolarización ventricular.
(3,13)
En tres estudios distintos se ha documentado el
desarrollo de arritmias en uno o dos pacientes que requirió la suspensión del tratamiento; todos
los casos fueron atribuidos al uso concomitante de tiazidas que causan una reducción en niveles
sƩricos de potasio durante el tratamiento. Se recomienda realizar EKG semanales y suspender el
tratamiento si el QTc es mayor de 450 ms.
(3)
En nuestro medio se recomienda, debido a la
limitación de recursos, en caso de no contar con el recurso del equipo necesario para realizar un
EKG, realizar un seguimiento clĆ­nico con frecuencia cardiaca, y en caso de alteraciones en la
frecuencia cardiaca suspender el tratamiento y realizar un EKG de urgencia.
Algunas contraindicaciones del uso de antimoniales pentavalentes incluyen: pacientes con
hipersensibilidad conocida al medicamento, pacientes con daƱo renal, cardiaco o hepƔtico,
mujeres embarazadas o en lactancia, en enfermedades pancreƔticas, en pacientes con VIH
avanzado, en desnutrición severa, en hipertiroidismo y en tuberculosis activa. Se debe tener
precaución a la hora de administrar el medicamento dado que este medicamento contiene sulfitos
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que pueden inducir o agravar las reacciones anafilƔcticas
(13)
. Se recomienda ademƔs evitar el
embarazo por dos meses luego de finalizado el tratamiento.
(17)
Miltefosina
La miltefosina (hexadecylfosfocolina) es un fƔrmaco alquilfosfocolina desarrollado inicialmente
como tratamiento antineoplÔsico utilizado principalmente vía tópica en pacientes con metÔstasis
cutƔneas de cƔncer de mama.
(7,8)
Es un inhibidor de una proteĆ­na quinasa B involucrado en
sobrevida celular, causando una muerte celular tipo-apoptosis.
(7)
No presenta un metabolismo oxidativo a travƩs de ninguna isoenzima del citocromo P450, si no
que su metabolismo parece ser mediado por fosfolipasas. Esto teóricamente conllevaría a bajas
tasas de interacciones medicamentosas, sin embargo no hay estudios en humanos que lo
demuestren.
(7)
Es el primer tratamiento administrado vĆ­a oral contra la leishmaniasis visceral, asociando altas
tasas de curación aún en pacientes sin respuesta al tratamiento con antimoniales.
(1)
Fue aprobado
inicialmente en India en el 2002 para el tratamiento de la leishmaniasis visceral,
(7)
con tasas de
curación demostradas >95%.
(15)
El esquema terapƩutico sugerido es de 100mg/kg/dƭa por 28 dƭas en adultos que pesan mƔs de
50kg, de 50mg/kg/dƭa en los que pesan menos, y de 2.5mg/kg/dƭa en niƱos (dosis mƔxima
100mg/dĆ­a)
(1)
. El extender el tratamiento por 4-6 semanas en pacientes con enfermedad
mucocutƔnea no pareciera ofrecer beneficio adicional
(7)
.
La miltefosina vĆ­a oral es bien tolerada y eficaz contra algunas pero no todas las cepas de
leishmaniasis visceral y leishmaniasis cutƔnea
(9)
. El uso tópico no pareciera ser beneficioso en
leishmaniasis cutƔnea, sin embargo faltan estudios
(7)
.
El mecanismo de acción exacto de su capacidad leishmanicida estÔ poco claro
(3,7)
, pero la
acumulación intracelular del medicamento parece ser un paso clave. Se ha visto que puede
inducir muerte celular tipo-apoptosis en L. donovani. Pareciera ademƔs inducir una serie de
respuestas inmunológicas y antiinflamatorias en macrófagos
(3)
, ademƔs de inhibir la biosƭntesis de
fosfolĆ­pidos y esteroles de los tripanosomides.
(15)
Un estudio en edad pediÔtrica observó una mejor respuesta al tratamiento con miltefosina en el
grupo etƔreo de niƱos menores de 7 aƱos; aquellos mayores a dicha edad parecen responder mejor
tratamiento con antimoniato de meglumina. Esto fue demostrado en un estudio colombiano
donde participaron 116 niƱos de 2 a 12 aƱos, con presencia de L. panamensis en 51.7% de los
pacientes y de L. guyanensis en 26.6%. Se demostró ademÔs que pacientes infectados por L.
panamensis tuvieron una mayor tasa de fallo terapƩutico con antimoniato de meglumina que con
miltefosine (36.8% versus 8.3%; P = .06).
(9)
Faltan estudios en edad pediƔtrica que corroboren
esta información.
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Otro estudio colombiano realizado entre 2006 y 2008 incluyó 288 pacientes adultos con
leishmaniasis cutƔnea divididos en dos grupos: aquellos que recibieron miltefosina (50mg/dƭa tres
veces al día por 28 días) versus aquellos a los que se les administró antimoniato de meglumina (a
dosis de 20mg/kg/día del antimonial puro por 20 días). Se documentó una tasa de curación de
69.8% en pacientes sometidos a tratamiento con miltefosina versus 85.1% en el grupo tratado con
antimoniato de meglumina. En el grupo de pacientes con antimoaniato de meglumina, se
demostró la presencia de L. panamensis en 38.1% y de L. braziliensis en 61.9%. En el grupo
tratado con miltefosina se documentó la presencia de L. panamensis en 37% versus L.
braziliensis en 63%. Se concluyó entonces que la tasa de respuesta al antimoniato meglumina fue
de 71.9% para L. panamensis versus 65.4% para L. braziliensis; y para miltefosina de 60% para
L. panamensis y de 49% para L. braziliensis.
(10)
Las principales preocupaciones de su uso son su potencial teratogƩnico
(1,10,11)
y su vida media
larga (aproximadamente 150 horas) que puede facilitar el surgimiento de resistencia
(1)
. En
mujeres en edad reproductiva se recomienda evitar un embarazo durante el tratamiento y por lo
menos por dos meses luego de terminado el tratamiento
(1,7)
.
En regiones de Colombia donde L. panamensis es común, se ha reportado una tasa de curación de
hasta 91% comparado con placebo,
(8,15)
similar a la respuesta documentada con antimoniato de
meglumina
(8)
. Un estudio en Bolivia comparó la tasa de respuesta de miltefosine oral por 28 días
versus antimoniato de meglumina a dosis usuales por 20 dĆ­as en pacientes con leishmaniasis
cutÔnea causada por L. braziliensis, demostrando una tasa de curación estadísticamente similar en
ambos (36 de 41 evaluados con meltifosina y 15 de 16 evaluados con antimonial); sin embargo el
antimonial curó mÔs rÔpidamente: al mes de tratamiento el 100% de los pacientes en tratamiento
antimonial habían curado, en comparación con el 70% de los pacientes con miltefosina
(12)
.
En regiones en Guatemala donde L. braziliensis y L. mexicana son comunes, se reporta una tasa
de curación del 53% versus 21% con placebo. Esto es inferior a >90% demostrado con
antimoniato de meglumina en la región
(8,12,15)
.
Se realizó un estudio en IrÔn en el 2005 en pacientes con leishmania cutÔnea zoonótica por L.
major para comparar efectividad de tratamiento del antimoniato de meglumina (20mg/kg/dĆ­a por
14 dĆ­as) versus miltefosina (2.5mg/kg/dĆ­a por 28 dĆ­as). Luego de dos semanas de tratamiento, la
media en disminución del tamaño de las lesiones fue de un 62.5% en los pacientes con
miltefosina versus un 42% en pacientes bajo tratamiento con el antimonial. A los tres meses
luego de finalizado el tratamiento, 92.9% de los pacientes tratados con miltefosina se encontraban
curados, en comparación con 83.3% de aquellos tratados con el antimonial
(4)
.
Existe una gran variabilidad en la susceptibilidad a la miltefosina segĆŗn especies de Leishmania.
Esto correlaciona con las tasas de respuesta clĆ­nica observada. Comparando L. donovani, L.
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aethiopica, L. tropica, L. panamensis, L. mexicana y L. major, pareciera que L. donovani es la
que es mƔs susceptible al medicamento
(7)
. Sin embargo se ha demostrado una tasa de respuesta
variable segĆŗn región aĆŗn en la presencia del ā€œmismoā€ parĆ”sito, por ejemplo, se ha demostrado
que la miltefosina actĆŗa mejor en L. braziliensis en Bolivia que L. braziliensis en Guatemala; es
por esto que se debe valorar el enfoque terapéutico según cada región
(12)
.
La OMS recomienda su uso para leishmaniasis cutƔnea solo en pacientes con enfermedad por L.
mexicana, L. guyanensis y L. panamensis
(7)
.
Los principales efectos adversos se relacionan con su administración oral afectando el tracto
gastrointestinal y se relacionan directamente con la dosis administrada: vómitos, nÔuseas, cefalea,
y diarrea
(3,7).
Su administración concomitante con comidas grasas reduce los efectos
gastrointestinales sin afectar la biodisponibilidad del medicamento
(7)
. Se ha demostrado ademƔs
que puede causar una leve elevación de transaminasas y niveles de creatinina
(3)
.
Estudios en ratas demostraron ademÔs atrofia testicular y disminución de la fertilidad, ambas
alteraciones reversibles
(7)
.
Pentamidina
La pentamidina es una diamidina con actividad anti-parasitaria, ampliamente utilizada en el
tratamiento de tripanosomiasis Americana
(14)
. Su mecanismo de acción antiprotozoario no estÔ
claro. Puede utilizarse en pacientes intolerantes al tratamiento con antimoniales o en aquellos con
falla terapƩutica a los mismos
(8)
. Se ha utilizado a dosis de 2-4mg/kg/dĆ­a aplicado de dos a cuatro
dosis, o a 7mg/kg una dosis
(3)
.
En pacientes con leishmaniasis cutÔnea por L. braziliensis en Perú se ha reportado una tasa de
curación del 35% en pacientes tratados con pentamidina versus 78% tratados con antimoniato de
meglumina, y se considera la primera lĆ­nea de tratamiento para pacientes con L. guyanensis en la
Guyana Francesa en quienes se documenta >90% de resistencia a los antimoniales
(8)
. Los
efectos adversos mƔs frecuentemente reportados son: dolor musculoesquelƩtico, anorexia, dolor
abdominal, nÔuseas, vómitos, cefalea, astenia y fatiga. Dolor leve a moderado en el sitio de
aplicación ocurre en aproximadamente 20%, y se ha documentado ademÔs alteración en el
sentido del gusto con sabor amargo o metÔlico, e hipotensión
(3)
.
Anfotericina B
La anfotericina B es una agente antifúngico que induce la formación de esporas al unirse al
ergosterol de la membrana del hongo; tiene la capacidad ademƔs de inducir daƱo oxidativo.
(16)
Se ha utilizado como segunda lĆ­nea de tratamiento para leishmaniasis visceral desde 1960s, con
altas tasas de curación (>90-95%) documentadas en casos de leishmaniasis visceral en India
(1)
.
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En Brasil, el deoxycolato de anfotericina B es la primera lĆ­nea de tratamiento en mujeres
embarazadas y es de segunda lĆ­nea cuando no hay respuesta al tratamiento con antimoniales o
cuando su uso estĆ” contraindicado
(3)
.
Dado su efectos adversos potencialmente peligrosos debe de ser administrado en un ambiente
hospitalario
(1)
. Sus principales inconvenientes son su administración prolongada (0.75mg/kg/día
por 15 días) y sus efectos adversos frecuentes, como aquellos asociados a la infusión (fiebre,
escalofrĆ­os), nefrotoxicidad e hipocalemia
(1)
.
Paramomicina
La paramomicina (aminosidina) es un aminoglicósido con actividad leishmanicida que en India
ha demostrado tasas de respuesta de hasta 94.6% en leishmaniasis visceral
(1)
. Puede utilizarse vĆ­a
tópica o sistémica con uso intramuscular.
No se recomienda su uso tópico en el Nuevo Mundo excepto en pacientes con L. mexicana, dado
el bajo riesgo de desarrollo de enfermedad mucocutƔnea
(8)
.
Requiere de inyecciones intramusculares diarias por 21 días, y dado que es un aminoglicósido, es
posible que surja resistencia rƔpidamente si se utiliza como monoterapia
(1)
.
Sus principales efectos adversos son: aumento de transaminasas, ototoxicidad y dolor en sitio de
inyección
(1)
.
Imidazoles/ Triazoles
Se ha investigado el uso de compuestos azólicos para el tratamiento de leishmaniasis cutÔneas.
Estos antifĆŗngicos estudiados incluyen imidazoles como el ketoconazol y triazoles como
fluconazol e itraconazol.
(8)
Un estudio en Guatemala donde participaron 120 pacientes adultos utilizando 600mg/ dĆ­a de
ketoconazol por 28 días lograron una tasa de curación del 30% en pacientes infectados por L.
braziliensis y de 89% en aquellos infectados por L. mexicana
(8)
.
Un pequeño estudio con 8 pacientes adultos en Belice demostró una tasa de curación del 100%
tras 28 dĆ­as de 800mg/ dĆ­a de ketoconazol en pacientes con L. mexicana versus 25% en aquellos
con L. braziliensis
(8)
.
Un estudio realizado en PanamĆ” en 1990 con 40 pacientes adultos afectados por leishmaniasis
cutÔnea demostró una tasa de respuesta del 76% en L. panamensis tratados con 600mg/día de
Ketoconazol por 28 dĆ­as versus 68% de los tratados con antimoniales pentavalentes
(8)
.
Estos estudios demuestran la poca efectividad que tiene el ketoconazol para el tratamiento de L.
braziliensis. Esto, aunado a las altas dosis requeridas y su bien conocido potencial hepatotóxico
hace que este medicamento estƩ en desuso como parte de los regƭmenes actuales, y no se
recomienda. No hay estudios que demuestren la utilidad de fluconazol o itraconazol en la
leishmaniasis del Nuevo Mundo
(8)
.
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MƩtodos fƭsicos/ terapia local
Métodos físicos como la crioterapia, aplicación de calor tópico, curetaje, electrodisecación, y
escisión quirúrgica también se han utilizado en casos de leishmaniasis cutÔnea temprana y con
pocas lesiones. Sin embargo, esto no se recomienda como terapéutica única en el caso de la
leishmaniasis del Nuevo Mundo excepto en casos por L. mexicana donde el riesgo de progresión
a leishmaniasis mucocutƔnea es casi nulo
(8)
.
CONCLUSIONES
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria endƩmica de muchas regiones del mundo. Debe
considerarse como una reticuloendoteliosis, siendo el tratamiento de primera lƭnea sistƩmico;
esto principalmente en el Nuevo Mundo donde las cepas tienen posibilidad de realizar metƔstasis
mucosas. Se debe considerar la vía de administración intralesional como una opción terapéutica
secundaria o coadyuvante, y no como monoterapia.
EstƔ demostrado y documentado que son distintas las cepas causales de leishmaniasis cutƔnea y
mucocutÔnea en el Nuevo Mundo en comparación aquellas con el Viejo Mundo, por lo que no se
pueden extrapolar los estudios del Viejo Mundo a nuestro medio dado que ademƔs existen
distintas sensibilidades documentadas a los medicamentos recomendados.
La leishmaniasis del Nuevo Mundo presenta un comportamiento mƔs agresivo, con mayor
tendencia a provocar enfermedad visceral y con mayor resistencia terapƩutica, provocando fallo
a terapias convencionales.
Los antimoniales pentavalentes en la actualidad se siguen considerando como el tratamiento de
elección para todas las formas de leishmaniasis, y la vía de administración de primera elección
sigue siendo la vĆ­a intramuscular. En Costa Rica se ha utilizado el GlucantimeĀ® como
monoterapia, por lo que es con lo que se tiene experiencia y no se recomienda su uso asociado a
otros tratamientos (incluidos alopurinol o ketoconazol) dado que esto no solo no ha demostrado
mayor beneficio, sino que aumenta riesgo de efectos adversos.
La cantidad mÔxima recomendada de Glucantime® es de una ampolla al día a nivel pediÔtrico.
No se recomienda realizar un tratamiento escalonado, fraccionado, ni subterapeĆŗtico porque se
ha demostrado que induce a falla terapéutica por inducción de resistencia y tolerancia con
posterior difĆ­cil manejo.
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Se ha demostrado una respuesta adecuada con el uso del GlucantimeĀ® intramuscular, y hasta el
momento no se ha logrado demostrar un beneficio superior al utilizarlo vĆ­a intravenosa (ni
existen amplios estudios que lo utilicen). Excepción a esto son casos donde la vía intramuscular
no se recomienda: anticoagulados, hemofĆ­licos, lipodistrofias, entre otros.
Con respecto a los tratamientos alternativos o complementarios, se ha demostrado que L.
donovani y L. braziliensis parecen ser 3-5 veces mƔs sensibles al Pentostam que L. major, L.
tropica y L. mexicana. Por lo tanto, en PanamƔ paƭs vecino, se usa mƔs; sin embargo, dado que
en nuestro medio no se encuentra disponible, faltan estudios que lo validen.
La crioterapia (u otro método físico) se puede considerar como terapéutica de segunda elección
en casos de mujeres embarazadas, o en casos de fallo terapƩutico posterior a tratamiento
sistƩmico.
No hay evidencia suficiente para poder recomendar el miltefosine en edad pediƔtrica. Hasta el
momento, un estudio parece indicar que niƱos menores de 7 aƱos son los que responden mejor al
tratamiento con dicho medicamento, sin embargo, faltan estudios que lo validen.
En adultos se ha demostrado un mayor riesgo de efectos adversos al uso de miltefosina,
principalmente respecto a teratogenicidad y fertilidad por lo que se debe utilizar con cautela.
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