
© 2017. Asociación Costarricense de Medicina Legal y Disciplinas Afines
Medicina Legal de Costa Rica - Edición VirtualVol. 34 (1), Marzo 2017. ISSN 1409-0015
Cuenta con factores de riesgo que deben asegurar un monitoreo y valoración más estricta, a mencionar, dolor
agudo severo en el postoperatorio inmediato, sensación quemante o eléctrica, y parestesias. Mujeres y pacientes
jóvenes se encuentran en mayor riesgo de desarrollar dolor crónico como complicación. Los trastornos psiquiátricos y
comorbilidades son similares a los contemplados en dolor agudo. (Gerbershagen et al., 2013; Radnovich et al., 2014)
El mecanismo siopatológico se considera en su mayoría neuropático al encontrar una importante asociación
entre dolor postoperatorio persistente y anormalidades sensitivas (Kalso, 2013), la evidencia indica que existen
otros componentes involucrados como procesos inamatorios, sensibilización central, daño a nervios o estructuras
somáticas/viscerales, o una combinación de los anteriores. (Haroutiunian et al., 2013) Se debe tomar en cuenta que
el daño nervioso no siempre traduce a dolor neuropático, según un estudio donde los nervios alveolares inferiores
fueron evaluados antes y después de osteomía sagita mandibular bilateral se encontró que hubo daño en el 90% de
los nervios mientras que se desarrolló dolor neuropático en un 5%. (Boogaard et al., 2015)
El dolor neuropático es denido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor como dolor causado
directamente por una lesión o enfermedad que afecta el sistema nervioso somatosensorial (Haroutiunian et al., 2013),
se caracteriza por dolor espontáneo con síntomas sensoriales anormales.
Existen diversos predictores de dolor neuropático. En el preoperatorio se puede identicar a pacientes de edad
avanzada, masculinos, tabaquistas activos o inactivos, estado basal pobre, dolor agudo severo, alteración en la
modulación del dolor, que han sufrido trauma en el sitio de la lesión en los últimos 6 meses (Kalso, 2013; Boogaard
et al., 2015; Haroutiunian et al., 2013).
En el intraoperatorio los factores de riesgo son la técnica quirúrgica utilizada, isquemia de tejido y daño a estructuras
nerviosas. En el postoperatorio se toma en cuenta trastornos del estado de ánimo, indice de masa corporal alto,
hipoestesia e hiperestesia, dolor severo durante los primeros 2 días, área de hiperalgesia secundaria a las 28 horas
y miedo a la movilización. (Institute of Medicine, 2011; Radnovich et al., 2014; Haroutiunian et al., 2013; Boogaard et
al., 2015)
Recomendaciones para el manejo de dolor postoperatorio
Debido a la dicultad y inconsistencia en el manejo del dolor postoperatorio, en 2016, la Sociedad Americana del
Dolor, la Sociedad Americana de Anestesia Regional y Medicina del Dolor, y el Comité en Anestesia Regional, Comité
Ejecutivo y Consejo Administativo de la Sociedad Americana de Anestesiólogos, decidieron realizar guías para orientar
el proceder del profesional de salud. El manejo del dolor postoperatorio debe ser abordado desde diferentes ángulos,
tomando en cuenta educación preoperatoria, planeamiento del dolor perioperatorio, uso de diferentes modalidades
farmacológicas y no farmacológicas; con el n de realizar políticas y procedimientos institucionales para asegurar el
bienestar del paciente durante su estancia hospitalaria y al egreso. (Chou et al., 2016)
Se tiene como objetivo destacar los puntos más importantes de dichas guías.
Educación preoperatoria y planeamiento del manejo de dolor perioperatorio
Se recomienda que el médico brinde información individualizada acorde a la situación única, al paciente, sus familiares
o cuidadores, con respecto de las opciones terapéuticas para el manejo del dolor postoperatorio (recomendación
fuerte, evidencia de baja calidad). Se ha visto una asociación entre la educación de pacientes con necesidades
especiales – comorbilidades médicas, psicológicas o sociales – y la disminución del consumo de opioides, reducción
de ansiedad preoperatoria y estancia hospitalaria. La educación debe incluir información relacionada con la valoración
del dolor, metas realistas para control del dolor, cambios en el uso de analgésicos antes a la cirugía y continuación de
medicamentos para evitar síndrome de abstinencia, es especial con el uso de opioides. (Chou et al., 2016)