
© 2017. Asociación Costarricense de Medicina Legal y Disciplinas Afines
Medicina Legal de Costa Rica - Edición VirtualVol. 34 (1), Marzo 2017. ISSN 1409-0015
CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DEL ABUSADO Y DEL ABUSADOR
En este grupo de población es muy probable que, en algún momento y en mayor o menor grado, aparezca la
dependencia, necesitando la ayuda de otra persona para realizar actividades de la vida diaria. Esta situación puede
crear estrés en el cuidador y, a su vez, favorecer el maltrato o la negligencia
2
. El principal perpetuante, según estudios,
es un miembro de la familia del anciano, difícil de identicar pues las víctimas temen reportarlo, por ellos mismos y
por proteger a su familia y amigos, por temor de que la situación se torne aún menos favorable
1
. Se estima que entre
el 16-38% de todos los abusadores de adultos mayores tienen historia de enfermedad mental, en su mayoría con
enfermedades mentales serias
6
.
Estudios realizados sobre la demografía en abuso en el adulto mayor describen que existen factores que sugieren
predisposición al maltrato en este grupo etario. Por ejemplo, fragilidad, sexo femenino, dependencia en actividades
básicas de vida diaria, deterioro cognitivo o deterioro en estado de salud, problemas de comportamiento, agresividad,
aislamiento, red de apoyo limitada, entre otros
8,1,13
. Se reporta que el perl de la víctima es: femenina entre 65-75 años,
pensionada, residente en áreas urbanas, aislada socialmente
1
. En un estudio retrospectivo realizado en Portugal, en
el cual se analizaron expedientes médicos del 2004-2013 de casos de abuso físico en adultos mayores en contexto
institucional, se reportó que en un 79.7% de los casos la víctima era de sexo femenino, mayor de 75 años en el 75.9%
de casos, con discapacidad severa en el 55.9% e incapaz de comunicarse en el 47.2% de casos
14
.
Por otro lado, los factores que predisponen al cuidador a maltratar a un anciano incluyen la presencia de estrés, pobre
salud mental, psicopatología, abuso de alcohol y drogas, historia de dependencia económica del abusador, falta de
apoyo para el cuido del anciano y ser hombre
8,13
. Se describe que el perl del agresor corresponde al esposo o hijo
hombre entre 35-45 años, que vive en condiciones de estrés
1
. El agresor más prevalente es la pareja, seguido de hijos,
desconocidos, hermanos y vecinos; y es más prevalente en mujeres casadas
2
.
Como se indicó previamente, se estima que es en el ámbito doméstico donde estas situaciones se producen con mayor
frecuencia, y es aquí donde se considera que es más difícil de combatir
2
. La dimensión institucional ha recibido más
atención, porque el acceso a hogares o centros de cuido y apoyo de ancianos ha aumentado signicativamente. El
abuso en estos casos es usualmente practicado por personas que son contratadas para proveer cuido y servicios a los
adultos mayores, como enfermeras, asistentes de pacientes, guardas, médicos, y otros
1
. Las formas de maltrato acá
pueden ser agresión verbal, restricciones excesivas, sobre o submedicación, explotación nanciera, infantilización,
despersonalización, deshumanización y victimización
1
.
El efecto que produce el abuso en el anciano, ya sea en contexto familiar o institucional parece ser similar. El adulto
mayor tiende a desarrollar actitudes y sentimientos de culpa, baja autoestima, aislamiento social, mayor tendencia a
depresión, trastornos del sueño, reforzamiento de dependencias y aumento de estigma social
1
.
Otro estudio portugués reporta que en mayores de 75 años se ve principalmente abuso físico y psicológico, mientras
que en menores de 75 años se ve principalmente abuso nanciero. Ellos no reportan signicancia en cuanto a sexo,
pero si reportan que los hombres suelen sufrir más negligencia. Los pensionados y residentes en zonas urbanas sí
son más afectados. Con respecto al estado civil, se ve más abuso en ancianos casados, seguidamente en viudos,
solteros y por último en divorciados
1
.
Asimismo, un estudio español realizado con personas mayores que viven en la comunidad reportó una prevalencia
de 12.1% de abuso en la población estudiada, siendo el tipo psicológico el más frecuente, presente en más del 80%
de todos los casos, seguido de tipo físico y sexual, por último económico y negligencia. La combinación de maltrato
más probable es aquella en la que aparece simultáneamente abuso psicológico y físico. Aunque sobre el psicológico
es más difícil consensuar su presencia, ya que tiene un componente altamente subjetivo y límites difusos, su elevada
comorbilidad con otros tipos puede servir para el profesional como una señal de alarma de que es altamente probable
la existencia de otras formas de abuso
2
.