siendo un hecho constatado el incremento de la violencia en el país y con ello el incremento del flujo de
lesionados a los diferentes centros médicos asistenciales.
8
En la tabla 3 se observó que en 285 de los certificados estudiados se llenaron correctamente los datos
generales identificativos para un 63%, lo cual es muy significativo según lo estipulado por el algoritmo de
Bukač, para un valor de alfa de 0,05%. Sin embargo, se puede declarar como negativo que en los restantes
170 certificados no se recogen adecuadamente, para un 37% de los casos, lo cual tiene repercusiones
negativas a la hora de localizar al lesionado para que acuda a la Unidad de Policía, a los Tribunales Populares
y a las consultas de Sanidad de lesiones; así como para la correcta elaboración del expediente de fase
preparatoria para el juicio oral. Por otro lado y analizando el problema desde su otra arista, los datos del
médico certificador también son significativos para la correcta elaboración de dicho documento,
constatándose en el estudio de Rodríguez Gonzales como dificultades en la elaboración del certificado, la
ausencia de cuño y firma del facultativo así como el incorrecto o impreciso llenado de los datos del médico
o del centro asistencial donde se asiste al lesionado.
En cuanto a la descripción de la lesiones (tabla 4) fue muy significativo desde el punto de vista estadístico
(de alfa para un 0,001%) la insatisfactoria descripción de las lesiones observada en 307 de los certificados
estudiados, para un 67%, lo cual pudiera deberse a la carencia de conocimientos de anatomía descriptiva
por parte de los facultativos. Rodríguez Gonzales y Arteaga Ramírez plantearon en su estudio que una de
las deficiencias que mayor incidencia tuvieron en su trabajo fue la descripción detallada de las lesiones,
argumentando que la descripción de las lesiones es de vital importancia para determinar elementos de orden
médico legal, como el número de lesiones, el mecanismo de producción y la data de las mismas, elementos
estos que se escapan a la vista del legista ya que el lesionado se puede presentar cuando ya ha transcurrido
un tiempo y pueden haber desaparecido o atenuado. Un correcto pronóstico médico legal debe ser precedido
por una satisfactoria descripción de la anatomía regional, ya que estos elementos se encuentran
concatenados y no como fenómenos aislados.
9,10
Derivados del análisis anterior se decantaron los errores en cuanto al pronóstico médico legal (tabla 5),
avalados por 250 certificados con un diagnóstico incorrecto, para un 55% de los casos; apreciándose que en
205 documentos el pronóstico fue el adecuado, para un 45% de la muestra estudiada. Los autores opinan
que esto puede estar relacionado con el desconocimiento que de la clasificación legal de las lesiones tienen
los médicos asistenciales sin olvidar las insuficiencias detectadas en la descripción de las lesiones y la no
utilización del modelo oficial. Baguet Toledo plantea que el facultativo, al realizar el certificado inicial del
lesionado, tiene obligatoriamente que tomar como basamento la clasificación que de las lesiones da el
Código Penal cubano y no otra. El no ajustarse a dicha clasificación le hace muy difícil al tribunal poder
interpretar desde el punto de vista legal lo que se quiso decir con términos que no son los correctos, y
consecuentemente la administración de justicia no será la mejor.
6
Coinciden con este estudio los autores
Rodríguez Gonzales, Arteaga Ramírez .
3
Los autores fueron de la opinión que el pronóstico médico legal es el ítem de mayor peso jurídico y penal
del certificado, porque de él depende el honor y la libertad de los sujetos implicados en el hecho, así como
la repercusión social negativa que esta pueda llevar implícito. Los errores en este aspecto, tienen una
repercusión negativa en el momento de la elaboración del expediente de fase preparatoria para el juicio oral,
por parte de la Fiscalía, ya que de manifestarse incongruencias desde el punto de vista jurídico solo podrán