
REVISTA MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA Vol. 37 (2) Septiembre 2020
REVISTA MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA
ISSN 2215-5287
diferencia del orificio de salida, además tiene una tonalidad roja o negruzca; a ambos anillos se les conoce
como halo de Fisch [
32
].
El orificio de salida tiende a ser una herida contusa irregular con presencia de bordes de piel evertidos, de
coloración pálida con ausencia del anillo de Fisch, sin embargo, cuando existe la salida del proyectil sobre
una zona del cuerpo que está apoyada sobre un piso o pared puede observarse un anillo de contusión que
rodea el orificio de salida, al que se le conoce como signo de Romanese[
32
].
Las balas son proyectiles únicos que pueden tener diferencias en su fabricación acorde al tipo de arma para
el que se le diseña como del efecto que se desea reproducir en el blanco. Usualmente son proyectiles
metálicos, compuestos de un solo material que generalmente es plomo pudiendo estar rellena del material o
con un espacio interno de aire, cuando está constituida por dos materiales suele tener un núcleo de plomo y
un revestimiento de aleaciones hechas de estaño, cobre, zinc y plomo
[
33
].
Para el análisis de los proyectiles alojados en el cuerpo se estudia el trayecto, que se define como el recorrido
de la bala en el cuerpo, el cual se caracteriza generalmente por tener variaciones en su calibre tanto por la
posible formación de una cavidad temporal debido a la fuerza centrífuga con la que somete el proyectil a
los tejidos y que desciende progresivamente como por las deformaciones que sufre la bala ante el arrastre
de esquirlas óseas o cuerpos extraños que modifiquen su forma al impacto, además el interior del trayecto
de la bala se caracteriza por la hemorragia que permite identificarlo
[
33
].
Siendo la bala un elemento de juicio primordial en las heridas por arma de fuego es necesario identificar su
localización. Cuando el proyectil no tuvo salida del cuerpo suele estar alojado en medio de un foco
hemorrágico, estar escondido en coágulos sanguíneos, e incluso en localizaciones extrañas por: la
variabilidad del trayecto, la presencia de desviaciones, o su movilización por el torrente sanguíneo, es por
lo que resulta importante en ocasiones facilitar la localización con el examen de rayos X, medio que facilita
el estudio del proyectil, cuando hay cicatrización de las heridas [
33
]. Los rayos X en resumen decretan la
existencia de un proyectil o sus fragmentos, establece su ubicación y se utiliza como medio diagnóstico
cuando no es posible practicar una autopsia [
34
].
Presentación de Resultados:
Se procede a enunciar un caso en donde el esposo le disparó con un rifle a la usuaria, con un tiempo de
evolución del hecho referido por la evaluada de más de 50 años.
Análisis de un posible caso de intoxicación por plomo:
Usuaria de 73 años cumplidos, quien consulta al servicio de emergencias médicas de un hospital periférico
por historia de que hace “más de tres meses” presenta alteración en la marcha debido a sensación rotatoria
horizontal, con historia de hiporexia, alteración del gusto con sabor metálico que en ocasiones es percibido
como “dulzón” y un cansancio que ha desarrollado desde hace un tiempo tan prolongado que no recuerda
cuando inició. Además, la usuaria refiere que hace 56 años fue víctima de un impacto por un proyectil de
arma de fuego en región occipital de la cabeza; indica que fue valorado en la continuidad del incidente pero
que le recomendaron no extraerlo.
Dentro de su historia clínica presenta como antecedentes personales patológicos: hipertensión arterial,
hipertrigliceridemia. En antecedentes personales no patológicos: niega alergias a medicamentos, refiere
consumo de alcohol de forma social. Antecedentes quirúrgicos y traumáticos: niega. Antecedentes
ginecoobstétricos: ha tenido gestas 4 que han finalizado como partos vaginales en las 4 ocasiones, niega
abortos e indica que no ha tenido cesáreas.