REVISTA MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA ISSN 2215 -5287 Vol. 37 (1) Marzo 2020
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Carcinoma gástrico: revisión bibliográfica
Gastric Carcinoma: literature review
Buján Murillo, Sebastián
1
; Bolaños Umaña, Stephanie
1
; Mora Membreño, Karla
1
; Bolaños Martínez, Isabel
1
1,2
Médico General, Universidad de Ciencias Médicas, Costa Rica.
Correspondencia: Dra. Stephanie Bolaños Umaña. -- stephboluma@hotmail.com
Recibido: 06-10-2019 Aceptado: 07-II-2020
Resumen
El carcinoma gástrico hoy en día es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial por
neoplasias y especialmente en países como Costa Rica, que se cataloga como un país de alta incidencia.
Existen múltiples factores de riesgo, siendo el primero y más importante la infección por Helicobacter
pylori, que desencadena una cascada de diferentes lesiones, iniciando en atrofia gástrica, que puede llegar
a finalizar en cáncer invasivo. Existen otros factores que pueden influir en un ambiente pro-carcinogénico
tales como fumado, obesidad, la dieta, entre otros. Múltiples naciones han desarrollado diferentes guías de
tamizaje para disminuir la mortalidad; sin embargo, en países con alta incidencia sigue siendo el estándar
realizar estudios de imagen y endoscopia luego de determinada edad dependiendo de factores de riesgo.
Palabras claves
Neoplasias gástricas, helicobacter pylori, gastritis atrófica, metaplasia, endoscopía gastrointestinal.
Fuente: DeCS (Descriptores en Ciencias de la Salud)
Abstract
Gastric carcinoma is nowadays one of the main causes of mortality worldwide due to neoplasms and
especially in countries such as Costa Rica, which is classified as a high incidence country. There are multiple
risk factors, starting with Helicobacter pylori infection being the most important one; after the infection a
cascade with different lesions is triggered, first it begins with gastric atrophy and then eventually lead to an
invasive cancer. There are other factors that can influence a pro-carcinogenic environment such as smoking,
obesity, diet, among others. Multiple nations have developed different screening guidelines to reduce
mortality, however in countries with high incidence it is still the gold-standard to perform imaging and
endoscopy studies after a certain age and depending on risk factors.
Key words
Stomach neoplasms, helicobacter pylori, gastritis, atrophic, metaplasia, endoscopy, gastrointestinal
Source: DeCS (Descriptors in Health Sciences)
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INTRODUCCIÓN
El cáncer gástrico es una de las neoplasias que, a pesar de que en la última década ha disminuido su
incidencia debido a factores tales como; disminución del consumo de tabaco, mejor alimentación de la
población y comidas hiposódicas, sigue caracterizándose por una alta mortalidad, principalmente en países
como Costa Rica, donde es la tercera malignidad más frecuente del país y se encuentra en el segundo lugar
en muertes por cáncer, luego de la neoplasia de próstata
1
. Suele tener una sobrevida a 5 años del 20%, por
su diagnóstico tardío, sin embargo en países con programas avanzados de tamizaje han logrado una
sobrevida a los 5 años del 90%, siempre y cuando se detecte sin invasión a la capa muscular
2
. En este
artículo se hará una revisión global del carcinoma gástrico, tanto de su epidemiología como de la
etiopatogenia, cuadro clínico y tratamientos respectivos dependiendo del avance de la enfermedad.
EPIDEMIOLOGÍA E INCIDENCIA
Según las últimas estimaciones de incidencia y mortalidad realizadas por la Agencia internacional del
estudio en cáncer (IARC) de la organización mundial de la salud (OMS)
3
, para el 2018 hubo
aproximadamente 1.034.000 de casos nuevos de cáncer gástrico a nivel mundial (5.7% de todos los casos
reportados de cáncer), colocando el mismo en el quinto lugar en incidencia de todas las neoplasias. Si
realizamos una división por género, el cáncer gástrico pasa a ser la cuarta malignidad más frecuente en el
hombre, con un estimado de 684.000 casos nuevos, que representa casi el doble en comparación con el
género femenino, que se estima en 350.000 casos nuevos.
A nivel global Asia es el continente con mayor cantidad de nuevos casos reportados, con un 75% de los
diagnósticos estimados para el 2018, en donde China (44%) y Japón (11%) son los principales. Europa
(13%) y Latinoamérica (6.5%) son los siguientes continentes con una mayor estimación de casos
3
.
Cuando estos datos se extrapolan y se determina el riesgo acumulado de las diferentes regiones, se descubre
que la República de Corea es la nación con la mayor incidencia a nivel mundial, Latinoamérica y el Caribe
pasan a ser la segunda región con tasa más alta, y a nivel de continente Costa Rica se posiciona en el 4to
lugar.
En Costa Rica, el Ministerio de Salud ha reportado una incidencia en el sexo masculino de 17.3 por cada
100.000 hombres, colocando esta malignidad como la tercera más frecuente a nivel nacional pero con una
tendencia a la disminución de casos desde el 2000
1
. Geográficamente las dos provincias que tienen
incidencias mayores al promedio de la presentada a nivel nacional son San José (20.3 casos por cada 100.000
hombres) y luego Cartago (18 casos por cada 100.000 hombres).
Figura 1. Riesgo acumulado de
incidencia y mortalidad estimado para
el 2018 del cáncer gástrico en
Latinoamérica. Ambos sexos. Edades
de 0-74 años. Azul: incidencia. Rojo:
mortalidad. Tomado de: Globocan
2018. Disponible en:
https://gco.iarc.fr/today3.
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En el sexo femenino a nivel nacional existe una menor incidencia de neoplasia gástrica en comparación
con los varones, colocando la misma en el quinto lugar en frecuencia de todas las malignidades; con una
incidencia de 10.8 por cada 100.000 mujeres
1
.
ETIOLOGÍA Y PATOGÉNESIS
El adenocarcinoma abarca aproximadamente un 90% de todas las neoplasias de estómago, el resto está
conformado predominantemente por Linfoma no Hodgkin y leiomiosarcomas
4
. El adenocarcinoma se puede
dividir en dos con la clasificación de Lauren: el tipo intestinal, que se caracteriza por la formación de
estructuras tubulares que asimilan una glándula intestinal y son los que están más relacionados con factores
ambientales y dietéticos, además predominan en las regiones de alta incidencia. El segundo tipo, el difuso,
consiste únicamente en células laxas que infiltran la pared gástrica sin formar una clara masa y sin el aspecto
glandular. Este último tipo se caracteriza por aparecer a menores edades y tener un peor pronóstico; cuando
involucra una amplia extensión del tejido gástrico se le llama linitis plástica
5
.
Otra clasificación utilizada consiste en su localización anatómica: proximal (unión gastroesofágica y cardia)
y distal (fondo, cuerpo y antro), los cuales interesantemente han disminuido en paralelo a la reducción de la
tasa de infección por H. Pylori
5
.
Existe una teoría en relación con el cáncer de tipo intestinal que postula un desarrollo de cambios
preneoplásicos que eventualmente convergen en la formación de la neoplasia
6
; iniciando por la inflamación
crónica, en donde la infección por H. pylori es la causa número uno. Conforme avanza la inflamación,
evoluciona la lesión presente a nivel gástrico iniciando con gastritis superficial, posteriormente gastritis
crónica atrófica, metaplasia intestinal, displasia y finalmente cáncer.
HELICOBACTER PYLORI
A pesar de que la etiología de cáncer gástrico es multifactorial, el H. pylori se considera su principal causa.
Este microorganismo ya ha sido catalogado como un carcinógeno definitivo del adenocarcinoma de tipo
intestinal para los humanos
7
.
Se trata de una bacteria Gram-negativa, la cual se adquiere principalmente en etapas de la infancia. Para
crear un ambiente pro-oncogénico se necesita de un huésped genéticamente susceptible, un ambiente
gástrico favorable y una cepa bacteriana virulenta, de las cuales se ha descubierto que en las regiones de
mayor endemicidad como el este de Asia y los Andes colombianos, la mayoría de la población porta el gen
asociado a citotoxicidad cagA
8
. Otra cepa altamente virulenta es la vacA
9
. A pesar de estos descubrimientos,
el factor más relevante es la respuesta inmune producida y su respectiva inflamación crónica; hay
producción de reactive oxygen species (ROS), radicales libres, entre otros, que conllevan al daño del ADN,
esto eleva la formación de citoquinas proinflamatorias y por tanto se aumenta la velocidad del recambio
celular y se disminuye la apoptosis, incrementando así la posibilidad de reparación incompleta del ADN
5
.
Algo curioso de recalcar es que a pesar de que la relación H. pylori con el cáncer gástrico es irrefutable,
usualmente cuando existe displasia o una neoplasia invasiva, la colonización bacteriana ha disminuido
francamente o en ocasiones, desaparecido por completo
5
.
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65
DIETA
Existen múltiples aspectos dentro de la alimentación diaria de una persona que pueden favorecer la
formación del cáncer gástrico. Estudios han demostrado que lugares en donde dietas con alto contenido de
sal es lo más prevalente, la probabilidad de aparición de una neoplasia gástrica es mayor, con una tasa de
hasta el doble en comparación con dietas bajas en sal
10,11
. Asociado a esto también se le ha atribuido a las
comidas ahumadas cierto grado de probabilidad de carcinogénesis por los diferentes contenidos químicos
presentes en estos alimentos. A las frutas y vegetales se les ha atribuido en varias ocasiones una probable
protección contra la aparición de cáncer gástrico; sin embargo, existen diferentes estudios con evidencia
contradictoria por lo que no se le ha dado la etiqueta de factor protector definitivo
5,10
.
FUMADO
Gran cantidad de estudios han demostrado una suficiente causalidad entre el cigarro y la neoplasia gástrica,
atribuyéndole hasta un riesgo aumentado del doble y que puede seguir incrementando, dependiendo de la
cantidad de cigarros fumados
12
. Otros tipos de fumado de tabaco como las narguiles o “hookah”, en algunos
estudios han estado relacionados con un riesgo mayor; sin embargo, por falta de evidencia suficiente en
otros estudios se necesita mayor confirmación
10
.
ALCOHOL
La mayor parte de la evidencia no cataloga el consumo de alcohol como factor de riesgo para el cáncer
gástrico
13,14
. Sin embargo, en algunos estudios se sugiere una probable asociación de consumo elevado de
cerveza con un aumento de riesgo
14
, así como en otros se comenta que el consumo de vino puede ejercer un
factor protector
15
. Debido a lo anterior este sigue siendo un tema en discusión.
OBESIDAD
Se ha observado un claro aumento de riesgo para cáncer gástrico en poblaciones obesas, principalmente en
neoplasias de la región cardial y de la unión gastroesofágica. En estudios se evidenció un aumento del doble
en individuos con índice de masa corporal (IMC) de 30 a 35, y en aquellos que presentan IMC mayores a
40 un aumento del riesgo de hasta 3 veces
10
. Aun no se ha esclarecido la fisiopatología exacta; sin embargo,
dentro de las teorías que se proponen está el aumento del reflujo gastroesofágico por el aumento de grasa
abdominal. Adicionalmente a esto, la acumulación de tejido adiposo aumenta la producción endógena de
hormonas como insulina y el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1), lo cual puede alterar la
proliferación celular y la apoptosis, y por tanto favorecer estados preneoplásicos. Además ya es bien
conocido que la obesidad es un estado proinflamatorio, por lo que citoquinas como el TNF o la IL-6 que se
encuentran elevadas, favorecen la carcinogénesis
16
.
MEDICAMENTOS
Existen estudios que revelan una relación inversa del cáncer gástrico con el consumo regular de AINES y
aspirina. En otras palabras, se han catalogado estos medicamentos como probables factores protectores
5,10
.
Otro medicamento también estudiado son las estatinas. Las mismas ya han sido relacionadas con menor
riesgo de neoplasia en esófago. En cuanto a la relación con cáncer gástrico, aún queda por ser claramente
determinada y debe ser aún profundamente estudiada, pero en algunos estudios se han identificado como
factor protector.
LESIONES PREMALIGNAS
GASTRITIS CRÓNICA ATRÓFICA
Definida como la pérdida de tejido glandular especializado en una región definida
5
, es un cambio
morfológico que sucede previo a la formación del tejido neoplásico. Cuanto más extensa sea la región
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afectada por la gastritis, mayor el riesgo de contraer cáncer
17
. La razón por la cual esta patología es un
factor de riesgo es probablemente debido a que por la atrofia existente se produce menos ácido (hipo- o
aclorhidria) y esto conlleva al sobrecrecimiento bacteriano y que desata una cadena de reacciones
bioquímicas. Asociado a esto, en respuesta a la baja producción de ácido, los niveles de gastrina aumentan,
ejerciendo su función como factor de crecimiento sobre la mucosa gástrica y aumentando el riesgo para un
crecimiento anormal con potencial neoplásico.
METAPLASIA INTESTINAL Y DISPLASIA
Catalogadas como parte de la cascada preneoplásica por Correa
8
, la metaplasia intestinal consiste en el
cambio de la mucosa gástrica a un epitelio que asemeja la mucosa del intestino delgado como respuesta
adaptativa a la presencia de una noxa persistente; tales como H. Pylori, fumado o consumo elevado de sal.
Con respecto a la displasia, esta se caracteriza por presentar atipia celular.
Existen 3 tipos de metaplasia, de la I a la III, y entre más alta la clasificación, mayor riesgo de estar asociado
a cáncer
18
. En un estudio holandés realizado con datos de pacientes de 1991 hasta el 2004 se describió que
la incidencia de cáncer gástrico a los 5 años en pacientes con gastritis crónica atrófica era de 0.1%, 0.25%
para metaplasia intestinal, 0.6% para displasia leve a moderada y hasta en 6% para displasia grave
19
.
PÓLIPOS GÁSTRICOS
La prevalencia de pólipos gástricos en la población puede llegar hasta un 2%, la mayoría de los cuales son
los pólipos glandulares fúndicos (PGF). Estos abarcan aproximadamente el 50%, seguidos por los
hiperplásicos (40%) y los adenomatosos (10%)
20
. Con respecto a los primeros, usualmente tienen un curso
benigno y se encuentran en hasta un 1.9% de la población general. Su principal causa es el uso crónico de
IBP, sin embargo siempre hay que descartar que sean secundarios a una poliposis adenomatosa familiar
21
.
Los pólipos hiperplásicos se cree que están formados por proliferación excesiva de las células epiteliales
productoras de moco, sin involucrar tejidos glandulares; usualmente producen en estados de inflamación se
producen crónica como gastritis crónica atrófica, anemia perniciosa, regiones adyacentes a úlceras o
erosiones como en gastroenterotomías. Raramente estos pólipos evolucionan a malignidad; sin embargo,
es recomendado realizar polipectomía a aquellos mayores a 5mm y controlar posteriores endoscopías
22
. Por
otro lado los pólipos adenomatosos son los que mayor riesgo de conversión a neoplasia tienen con una
probabilidad de hasta un 11%
23
. Especialmente si se trata de un pólipo solitario se debe realizar resección,
ya que es cuando más se asocia a adenomas
24
.
GATRECTOMÍA PREVIA
Hay estudios que catalogan la cirugía gástrica por condiciones benignas como un factor predisponente para
neoplasia gástrica. Usualmente el riesgo no es inmediato; sin embargo, en pacientes con 15 años de la cirugía
se recomienda iniciar un control endoscópico para detectar un probable cáncer en estados iniciales,
aumentando el riesgo después de los 20 años y cada vez más conforme avanza el tiempo. Las razones no se
tienen aún muy claras; sin embargo, las teorías van desde hipoclorhidria que conlleva a sobrecrecimiento
bacteriano, reflujo crónico de sales biliares y líquido pancreático o atrofia del tejido remante postquirúrgico.
La cirugía tipo Billroth II con gastroyeyunostomía, por ejemplo, se asocia hasta con 4 veces más de
probabilidades que la Billroth I, sugiriendo que el reflujo biliar es de importante consideración
25,26
.
ÚLCERA PÉPTICA
Múltiples estudios han catalogado esta patología con un aumento de hasta casi el doble de la prevalencia
del cáncer gástrico con respecto a la esperada. Cabe recalcar que el aumento de riesgo se da en pacientes
con úlcera gástrica, ya que en úlceras duodenales el efecto es el contrario y más bien se ha evidenciado una
disminución del riesgo. Existe la teoría que el aumento del riesgo está dado principalmente por el ambiente
proinflamatorio y carcinogénico que conlleva a la gastritis atrófica, más que por la lesión per se
27
.
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DIAGNÓSTICO
TAMIZAJE
Se puede realizar por medios de dos métodos; tamizaje de grandes poblaciones, o dirigido hacia las personas
de mayor riesgo. Esto dependerá de la prevalencia de cáncer gástrico en la región. Se pueden realizar
utilizando marcadores de atrofia gástrica, anticuerpos de H. pylori, con estudios de imagen o endoscopia.
PEPSINÓGENOS SÉRICOS
El pepsinógeno es una proenzima de la pepsina y sus niveles séricos reflejan indirectamente la secreción
gástrica. Existe el tipo I (PG I), producido en el cuerpo, y el tipo II (PG II) producido en el cardias, el píloro
y las glándulas de Brunner. El desarrollo de la gastritis crónica atrófica provoca una disminución en la
producción de múltiples proteínas, incluido el PG I; a diferencia del PG II, que se mantiene relativamente
estable. En estados de inflamación ambas PG pueden verse aumentadas, razón por la cual para evitar falsos
positivos en los casos en que la atrofia y la infección por H. pylori coexisten, se utiliza la relación de PG I
/ II y no los niveles de PG I aislados
28
. Dependiendo de la región donde se encuentren, pueden variar los
niveles, sin embargo se considera como un factor de riesgo para cáncer una relación PG I / II disminuida, y
especialmente aún de mayor riesgo si se combina con una serología negativa del H. Pylori, pues eso traduce
que la atrofia es tan severa que ya ni siquiera hay un ambiente apropiado para la bacteria
10
. Sin embargo,
según las guías japonesas, este último método combinado no tiene estudios que evalúen una disminución
en la mortalidad
29
.
GRELINA SÉRICA
Niveles bajos pueden traducir mayor riesgo para neoplasia, pues su producción se encuentra mermada
durante la atrofia e inflamación crónica
10
.
GASTRINA-17
Hormona que es la encargada de la estimulación de ácido gástrico y es sintetizada por las células G en la
región antral. En pacientes con atrofia en el cuerpo gástrico únicamente, los niveles bajos de ácido en esa
región provocan aumento de la gastrina en región antral. Sin embargo, en pacientes con atrofia generalizada,
los niveles pueden estar normales o bajos
10
. Además, se ha encontrado que la sensibilidad es baja (16%-
37%) y por lo tanto inaceptable para fines de tamizaje
28
.
FOTOFLUOROGRAFÍA
Los estudios de imagen con bario han sido ampliamente recomendados en las guías japonesas ya que en
algunas investigaciones se ha descrito hasta un 40% en la reducción de mortalidad
29
. A pesar de esto,
artículos recientes han puesto en duda estos resultados debido a sesgos, que sin embargo, se siguen
recomendando debido a que los beneficios superan los daños
10,29
.
ENDOSCOPÍA
En poblaciones de alta prevalencia ha sido demostrado ser costo efectivo, a diferencia de regiones donde el
riesgo es intermedio
10,28
. Según las guías japonesas, la edad de inicio de tamizaje debería ser a partir de los
50 años y posteriormente con un intervalo de 2 a 3 años entre cada endoscopia
29
, especialmente en
poblaciones de alto riesgo como aquellos con atrofia gástrica o metaplasia intestinal
10
.
CLÍNICA
Según la historia y a pesar de los avances recientes, se menciona que el cáncer gástrico se presenta en etapas
tempranas como una enfermedad silente o asintomática. Usualmente se ha relacionado con epigastralgia,
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dispepsia, disfagia, náuseas o anorexia como sintomatología de 6 meses a 1 año de evolución previa
30
. Sin
embargo, no todos los pacientes presentan estas características clínicas, lo que genera más incertidumbre
en el diagnóstico de la enfermedad. Existen banderas rojas en la enfermedad tales como pérdida de peso y
anemia que podrían ayudar a identificar enfermedad avanzada, siendo la más recurrente en pacientes la
pérdida de peso en un 60% de estos. En pacientes con infiltración ganglionar podemos observar signos
característicos tales como ganglio supraclavicular izquierdo (nódulo de Virchow)
31
considerándose el
hallazgo más significativo de enfermedad metastásica. Entre otros podemos encontrar un nódulo
periumbilical (nódulo de la hermana Mary Joseph)
32
o un nodo axilar izquierdo (nodo irlandés). La
diseminación peritoneal puede presentarse con un ovario agrandado (tumor de Krukenberg)
33
. Debido a la
inespecificidad de los síntomas y su versatilidad a la hora de presentarse, hace que el manejo de la patología
se torne complicado o desfavorable para el paciente.
DIAGNÓSTICO
La endoscopía se ha considerado el método diagnóstico más confiable para detectar cáncer gástrico en
etapas tempranas de la enfermedad. Sin embargo, el uso de métodos con tinción ha tenido mejores respuestas
a la hora de diagnosticar lesiones gástricas más invasivas. Por lo tanto, el uso de la endoscopía en pacientes
con sintomatología gástrica incipiente se considera de suma importancia para detectar enfermedad maligna
temprana.
Técnicas endoscópicas: Durante la endoscopía, la presencia de una protrusión polipoidea, placa superficial,
decoloración de la mucosa, depresión o úlcera se debe realizar biopsia, la cual cuenta con un 70% de
sensibilidad ante la existencia de malignidad
34
.
Según las guías japonesas, el conocimiento del endoscopista y la observación minuciosa de la mucosa
gástrica van a ser determinantes en el diagnóstico de la enfermedad incipiente.
Biopsia: Se menciona que a mayor número de biopsias perilesionales, la sensibilidad en el diagnóstico
aumenta en hasta un 98%. El mapeo de biopsia gástrica debe considerarse en pacientes y poblaciones de
alto riesgo. En las regiones occidentales, este enfoque es razonable para pacientes con antecedentes
familiares de cáncer gástrico. El mapeo de biopsia endoscópica estándar incluye un mínimo de dos biopsias
no dirigidas de cada uno de los siguientes sitios: antro (curvaturas menores y mayores), cuerpo (curvaturas
menores y mayores) y la incisura
35,36
. Se ha descrito un método práctico para la inspección sistemática y la
fotodocumentación del estómago y el tracto gastrointestinal superior. Las nuevas tecnologías de imagen,
como la imagen de banda estrecha (NBI)
37
.
ESTADIAJE
Todo paciente con diagnóstico de cáncer gástrico debe ser evaluado de manera completa para definir su
estadiaje y su tratamiento adecuado, minimizando la posibilidad de cirugía y reforzando tratamientos no
invasivos si es posible. Para su clasificación se cuenta con dos sistemas, el primero, la clasificación japonesa
que se basa en la distribución ganglionar para estadiar. Por otro lado, tenemos la clasificación AJCC/UICC
con la clasificación TNM
38
.
Tumor Primario
Tx: No se puede valorar el
tumor primario.
T0: No hay evidencia de
tumor primario.
Tis: Carcinoma in situ.
T1: El tumor ha crecido en
la lámina propia, en la
lámina muscular de la
mucosa o submucosa.
T1a: El tumor ha crecido
en la lamina propia.
T1b: El tumor ha crecido
en la submucosa.
T2: El tumor ha crecido en
la lámina muscular propia.
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T3: El tumor ha crecido en
todas las capas
musculares.
T4: Tumor invade serosa y
peritoneo.
T4a: El tumor ha crecido
en la serosa.
T4b: El tumor ha crecido a
los órganos alrededor del
estómago
Nódulos Linfáticos
Regionales(N)
Nx: No se pueden evaluar
los ganglios afectados.
N0: El cáncer no se
diseminó a ganglios
regionales
N1: Diseminación 1 o 2
ganglios regionales.
N2: Diseminación 3 a 6
ganglios regionales.
N3: Diseminación 7 o más
ganglios regionales.
N3a: Diseminación 7 a 15
ganglios regionales.
N3a: Diseminación a más
de 15 ganglios regionales.
Metástasis a distancia
(M)
Mx: No se puede valorar
metástasis a distancia.
M0: El cáncer no se ha
diseminado a otras partes
del cuerpo.
M1: El cáncer se ha
diseminado a otras partes.
Tabla1. Clasificación de TNM
39
.
TRATAMIENTO
Dentro de las opciones de tratamiento para cáncer gástrico, se han incluido varias técnicas, tales como
resección endoscópica, gastrectomía y tratamiento preventivo y curativo en casos de infección por
Helicobacter pylori.
Manejo endoscópico: Pacientes con datos de lesión en mucosa sin ulceración, menor o igual a 20mm y sin
invasión linfovascular
40
. Además se amplian criterios tales como alta probabilidad de resección en bloque,
histología tumoral, adenocarcinoma diferenciado
41
. Se dice que pacientes que cumplen con estos criterios
tienen menor riesgo de sufrir metástasis que aquelllos que no los cumplen.
Gastrectomía: Se recomienda realizar gastrectomía en pacientes con compromiso de ganglios linfáticos o
enfermedad avanzada al estadificar, y así poder resecar tanto lesión tumoral como ganglios linfáticos
involucrados
42
. Se mencionan otros criterios importantes para realizar gastrectomía tales como: baja
probabilidad de éxito en resección endoscópica, tumor limitado por la mucosa con adenocarcinoma
indiferenciado en lugar de adenocarcinoma de tipo diferenciado, tumor submucoso de cualquier tamaño y
márgenes positivos después de EMR o ESD.
Según la ubicación del tumor así será el tipo de gastrectomía que se realice; por ejemplo, si la lesión se
ubica en el tercio superior, se realiza gastrectomía total pero si la lesión se ubica en los dos tercios inferiores,
se realizará gastrectomía subtotal
43,44
.
Se han encontrado estudios que revelan la laparoscopía como método efectivo y con mejores efectos
secundarios versus la gastrectomía abierta.
Tratamiento contra H. pylori: Se recomienda el tratamiento del mismo ya que se considera un factor de
riesgo que predispone a desarrollar cáncer gástrico, así como lesiones premalignas
45
.
Terapias adyudantes: En pacientes con cáncer gástrico temprano, tanto la quimioterapia como la radioterapia
no están claramente establecidas como terapia adyudante y por tal razón no se recomiendan
46
.
Sin embargo, para pacientes con cáncer gástrico con ganglios linfáticos positivos o T3N0 después de la
gastrectomía se recomienda utilizar terapia adyudante
47
.
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PRONÓSTICO
Pronóstico sin tratamiento: Los pacientes con cáncer gástrico temprano pueden evolucionar a cáncer
avanzado en un periodo de cinco años,
48
mientras que el cáncer avanzado presenta tiempos de duplicación
de menos de un año
49
.
Pronóstico con tratamiento: Se menciona que la tasa de supervivencia en personas con cáncer gástrico
temprano es de aproximadamente el 90% y casi el 100% en tumores de mucosa y submucosa
50,51
.
Los pocentajes son similares en resección endoscópica y gastrectomía. En cuanto a las recurrencias, se
menciona que se dan entre 0 a 30% en resección endoscopica
52-55
.
Se denotan tasas más altas en aquellos que han sido sometidos a resecciones parciales o incompletas. Existen
estudios que evidencian que dentro de las causas más comunes de recurrencia, se dan por no erradicar H.
pylori en los pacientes
45
.
Pronóstico con metástasis a ganglios linfáticos: La literatura refiere que el 10% de los cánceres de mucosa
van a presentar metástasis a ganglios mientras que las lesiones de submucosa van a presentar un porcentaje
del 20-30% de riesgo
56
.
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