
REVISTA MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA ISSN 2215 -5287 Vol. 36 (2) Septiembre 2019
Introducción
La prevalencia e incidencia de la enfermedad renal crónica avanzada (ESRD) se encuentra en
aumento(1). Si bien el trasplante renal es la terapia ideal de reemplazo renal en ESRD, la mayoría de los
pacientes debe cursar por un periodo de diálisis (ya sea hemodiálisis o diálisis peritoneal) mientras se
encuentran en lista de espera para trasplante(1,2). Varios estudios han establecido que la diálisis
peritoneal (DP) es un mejor método pre-trasplante que la hemodiálisis (HD) por una diversa serie de
razones(1,3). Las infecciones asociadas a diálisis peritoneal representan gran morbimortalidad y
corresponden a la segunda causa de muerte en los pacientes con ESRD, precedido únicamente por la
enfermedad cardiovascular(1,4). En el siguiente artículo se expone una revisión del tema, con sus
generalidades, epidemiología, microbiología, diagnóstico y tratamiento, sobre la peritonitis secundaria
a diálisis peritoneal (PSDP).
Discusión
Los métodos de terapia de reemplazo renal (TTR) para pacientes con enfermedad renal crónica avanzada
son la diálisis peritoneal, la hemodiálisis y el trasplante renal(2). En países en vías de desarrollo, la DP
es un método más llamativo debido al gran costo de las unidades de hemodiálisis(5). Sin embargo, se
estima que a nivel mundial, la hemodiálisis se utiliza en un 89% de los casos de diálisis; lo cual respalda
que actualmente se subutiliza la diálisis peritoneal como TRR(1,2).
Existen dos modalidades de DP, la diálisis peritoneal manual y la diálisis peritoneal automatizada. La
primera corresponde a la diálisis peritoneal crónica ambulatoria (DPCA); mientras que la segunda
requiere del uso de un automatizador. La automatizada se puede realizar de manera continua (por 24
horas seguidas) o de manera intermitente (por ejemplo, realizarla por 8 horas durante la noche)(4).
Actualmente la DP es subutilizada y se ha descrito en la literatura que algunos de los factores
contribuyentes a esta realidad corresponden al personal médico y otros al paciente(2). Se enlista una
serie de factores: inadecuado conocimiento por el personal de salud, falta de educación al paciente sobre
DP, falta de infraestructura para un programa de DP, infecciones asociadas a diálisis, falla en las
membranas de ultrafiltración, diálisis inadecuada, falta de apoyo familiar y dificultad de transporte(2,4).
La peritonitis secundaria a DP es una condición prevenible(3) y a nivel mundial las tasas de infección se
encuentran en descenso(3,4,6). Empero la peritonitis continúa siendo la principal complicación de la DP
y la causa más importante de hospitalización, falla de la DP y transferencia a hemodiálisis(2,6). El riesgo
de desarrollar peritonitis es una de las barreras más importantes para la utilización de la DP(2,3).
La incidencia de peritonitis se encuentra en un intervalo de 1 episodio por 24.8 meses a 1 episodio cada
46.4 meses(4). Se han descrito factores de riesgo asociados al aumento del desarrollo de la peritonitis
como diabetes mellitus, edad avanzada, género femenino, hábito de fumado, alto índice de masa corporal
previo al inicio de la PD, y la necesidad de HD previo a PD(2,6,7).
Patogénesis
La causa de la mayoría de las peritonitis subyace en una “contaminación por contacto” a través del sitio
de entrada del catéter de DP; el cual funciona como una puerta de entrada de los microorganismos
colonizadores de la piel directamente hacia la membrana peritoneal(5,6). En estos casos, el ayudante
trasgrede las reglas de esterilidad y contamina las comunicaciones(5,6).