
REVISTA MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA ISSN 2215 -5287 Vol. 36 (1) Marzo 2019
primaria es un trastorno autosómico recesivo
infrecuente que puede subdividirse en aciduria
glucólica y aciduria l-glicérica. La mayoría de los
pacientes con hiperoxaluria primaria tienen
aciduria glucólica; en los individuos afectados hay
un aumento de los ácidos oxálico y glucólico en la
orina. Ambos defectos provocan un aumento de la
producción endógena de oxalato, con
hiperoxaluria, urolitiasis, nefrocalcinosis y lesión
renal. En los pacientes no tratados, la muerte
sobreviene hacia los 20 años por insuficiencia
renal. La oxalosis, que se define como el depósito
extrarrenal de oxalato cálcico, se produce cuando
existe insuficiencia renal con un aumento del
oxalato plasmático. Los depósitos de oxalato
cálcico aparecen en primer lugar en los vasos
sanguíneos, la médula ósea, y con el tiempo se
observan en todo el cuerpo. La hiperoxaluria
secundaria es más frecuente, puede producirse en
pacientes con un aumento de la ingesta de
oxalatos, de sus precursores, como la vitamina C,
en aquellos que padecen déficit de piridoxina y en
niños con malabsorción intestinal.
La hiperoxaluria entérica abarca trastornos como
la enfermedad inflamatoria intestinal, la
insuficiencia pancreática, las enfermedades
biliares, en los que existe una malabsorción
gastrointestinal de ácidos grasos, que se unen al
calcio intraluminal y forman sales que se excretan
en las heces. Normalmente, el calcio forma un
complejo con el oxalato y reduce la absorción de
éste, pero, si no hay calcio disponible, se produce
un aumento de la absorción de oxalato libre.
La hipocitraturia consiste en una excreción baja de
citrato, que es un inhibidor de la formación de
cálculos de calcio. El citrato actúa como un
inhibidor de la urolitiasis cálcica al formar
complejos con el calcio, aumentar la solubilidad
del calcio en la orina e inhibir la agregación de los
cristales de fosfato cálcico y oxalato cálcico.
Algunos trastornos como la diarrea crónica, la
malabsorción intestinal y la acidosis tubular renal
pueden provocar hipocitraturia. También puede
ser idiopática.
La acidosis tubular renal (ATR) es un síndrome en
el que existe un trastorno del equilibrio acido
básico renal. Puede clasificarse en 3 tipos, uno de
los cuales predispone a los cálculos renales,
típicamente de fosfato cálcico. En la ATR de tipo
1, la nefrona distal no segrega iones hidrógeno en
el túbulo distal. El pH urinario nunca es inferior a
5,8 y se produce acidosis hiperclorémica
hipopotasémica. Los pacientes presentan
nefrolitiasis, nefrocalcinosis, debilidad muscular
y osteomalacia. La ATR de tipo 1 puede ser un
trastorno autosómico dominante, pero con mayor
frecuencia es adquirido y se asocia a
enfermedades sistémicas como el síndrome de
Sjögren, la enfermedad de Wilson, la cirrosis
biliar primaria, la tiroiditis linfocítica, o se debe a
anfotericina B, litio o tolueno (un disolvente
orgánico asociado a la inhalación de
pegamentos)
4
.
El 5-8% de los pacientes con fibrosis quística
presenta urolitiasis. Típicamente, los cálculos son
de calcio y a menudo aparecen en adolescentes.
En los niños pequeños que padecen esta
enfermedad también se produce una
nefrocalcinosis microscópica. Estos pacientes no
presentan hipercalciuria, y se cree que la
propensión a la urolitiasis se debe a la incapacidad
para excretar un exceso de cloruro sódico o a la
malabsorción intestinal. Existen otros trastornos
que pueden desempeñar un cierto papel en la
formación de cálculos de calcio. La
hiperuricosuria puede estar relacionada con el
crecimiento epitáxico de cristales de oxalato
cálcico alrededor de un núcleo de cristales de
ácido úrico o con la acción del ácido úrico como
antagonista de los mucopolisacáridos urinarios,
que inhibe la cristalización del oxalato cálcico. La
cistinuria heterocigótica se observa en algunos
pacientes con cálculos de calcio. El mecanismo de
acción es desconocido, pero puede ser similar al
del ácido úrico.
La sarcoidosis provoca un aumento de la
sensibilidad a la vitamina D3, por lo que aumenta
la absorción de calcio en el sistema digestivo. En
el síndrome de Lesch-Nyhan existe una síntesis
excesiva de ácido úrico. Estos pacientes son más
propensos a la formación de cálculos de ácido
úrico, aunque alguno de estos cálculos puede estar
calcificado. En algunos niños, los cálculos de
calcio son idiopáticos. Este diagnóstico sólo debe
establecerse tras una valoración metabólica
completa
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