
REVISTA MEDICINA LEGAL DE COSTA RICA ISSN 2215 -5287 Vol. 36 (1) Marzo 2019
Por último, por lo singular de este caso, se discutió
en sesión hospitalaria interdisciplinaria, en
conjunto entre: patología, cirugía oncológica y
radiología, y se decidió que la conducta quirúrgica
a seguir sería la mastectomía.
A la paciente se le consultó su opinión al respecto,
y ella avaló la decisión de los médicos tratantes.
DISCUSIÓN
Las microcalcificaciones, que en este caso
constituyeron el primer signo clínico de
enfermedad en la paciente, son el signo clínico
más prevalente en 55% de los cánceres de mama
no palpables, y son la principal forma de
manifestación del carcinoma ductal in situ.
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La toma de biopsia de lesiones no palpables en la
mama es una técnica que ha venido mejorando con
la puesta en práctica de métodos tecnológicos más
precisos, como lo son la biopsia estereotáxica y
guiada por arpón. Anteriormente se recurría al uso
del ultrasonido como guía sonográfica para la
toma de la biopsia. La principal ventaja radicada
en la no exposición a radiación ionizante, sin
embargo, el US tiene como limitante el que sólo
detecta una mínima cantidad de
microcalcificaciones.
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Por otra parte, la biopsia estereotáxica capta hasta
el 94% de las microcalcificaciones presentes, aún
más si se utiliza un equipo de mamografía digital.
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Cuando la biopsia es de mayor tamaño a una tipo
trucut (p.e, una biopsia excisional), el radiólogo
suele marcar el área sospechosa por medio de la
colocación de un arpón o guía metálica.
11
En cuanto al carcinoma in situ de la mama,
históricamente fue descrito a principios del siglo
XX por cirujanos interesados en la apariencia
histológica de los tumores que ellos resecaban
clínicamente.
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El término en latín “in situ” revela la naturaleza no
invasora de esta lesión, la cual tiene una
prevalencia aproximada de 5% en mujeres
mayores de 50 años, edad límite a partir de la cual
la enfermedad va en ascenso. Factores de riesgo
incluyen: historia familiar, mutación del gen
BRCA, menopausia tardía, uso de terapia de
reemplazo hormonal e índice de masa corporal
elevado luego de la menopausia.
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Éstas suelen ser lesiones no papables, con
anormalidades en la mamografía. En particular,
las calcificaciones distróficas son el tipo de
presentación típico en carcinomas con
comedonecrosis
3,16
, como lo era el presente caso.
Además, el CA ductal in situ coexiste con lesiones
proliferativas de la mama como la HDA, con
quienes comparte alteraciones citogenéticas como
la pérdida del 16q y 17p, y la ganancia del 1q.
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El grado nuclear es uno de los valores pronósticos
más importantes en el caso del CA in situ, y
existen varias tablas que ayudan a su
determinación ( ver tabla 1).
CARCINOMA IN SITU APOCRINO
El carcinoma in situ con características apocrinas
se caracteriza por una proliferación de células
apocrinas que muestran una atipia marcada, con
núcleos aumentados de tamaño, nucléolos
prominentes y membranas nucleares irregulares.
La comedonecrosis se encuentra invariablemente
en casi todos los casos, y las lesiones suelen ser
muy heterogéneas.
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Existe controversia en definir la atipia citológica
en las lesiones apocrinas, pues éstas presentan
agrandamiento nuclear y muy a menudo tienen
nucléolos prominentes. Esto hace un ejercicio
diagnóstico complejo el diferenciar entre CA
ductales in situ apocrinos de bajo grado y lesiones
con metaplasia apocrina.
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Por tanto, en estos casos
a veces pesa más el patrón arquitectural (la
presencia de comedonecrosis), la extensión de la
lesión (CA in situ suelen tener tamaños mayores a
0.4 cm
14
) y la extensión lobulocéntrica de la
lesión, como se logra constatar en el caso
presentado.