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Gestión en Salud y Seguridad Social • ISSN: 2215-6216 • Vol. 4 (1): e2025245, Enero-Diciembre, 2025
(Publicado Dic. 10, 2025)
Como puntos de mejora, pueden considerarse las ano-
taciones individuales hechas por los pacientes encuestados,
entre las cuales destacan la falta de tiempo para comprender
el consentimiento (dos observaciones) y la omisión de una
adecuada explicación y evacuación de dudas por parte del
profesional sanitario (una observación) (18).
Por otro lado, la encuesta evidenció un menor promedio
de puntaje al calificar la utilidad del consentimiento para to-
mar la decisión de usar la terapia propuesta; esto a pesar de
que hubo una buena comprensión del documento de con-
sentimiento informado, que su contenido es importante y
que el personal sanitario estuvo anuente a aclarar dudas. Lo
anterior podría reflejar que algunos pacientes ya habían to-
mado su decisión antes de leer el consentimiento o bien, que
estaban dispuestos a utilizar cualquier potencial terapia para
mejorar su condición de fondo, por haber sido propuesta por
su médico tratante. En relación con esto último, el reporte
de Edelman señaló que el sector salud es el más confiable a
nivel global, con un índice de confiabilidad de 71 %, y que los
médicos constituyen una de las fuentes más confiables sobre
temas de salud (19).
A pesar de lo expuesto, el estadístico de Cronbach sugie-
re que el documento tiene una buena validez de constructo
(11), lo que indica una alta fiabilidad del instrumento (valores
mayores a 0,8 se consideran adecuados en contextos clínicos
y sociales). Lo anterior se refuerza con el análisis jerárquico,
que evidenció que el conglomerado de mayor tamaño reflejó
una percepción positiva tanto del documento como del pro-
ceso de consentimiento.
Cabe resaltar que el análisis de conglomerados en esta
investigación tuvo fines descriptivos y de generación de hi-
pótesis, en concordancia con las recomendaciones de Dal-
maijer et al. (2022) y Kimes et al. (2017), quienes señalan que
los análisis de clustering requieren tamaños muestrales mayo-
res (≥20–30 observaciones por grupo esperado) para alcan-
zar potencias estadísticas adecuadas (20-21).
Partiendo de ese contexto, se debe considerar como una
limitación del estudio su pequeño marco muestral, ya que
restringe la generalización de los hallazgos hacia otras pobla-
ciones o contextos clínicos sin evaluaciones posteriores. De
hecho, la ausencia de variables sociodemográficas impidió
realizar asociaciones y estratificación de las características
del paciente con su percepción sobre el consentimiento in-
formado (22).
En lo que respecta a los otros dos clústeres, estos podrían
indicar más potenciales puntos de mejora ante dudas, así
como una menor comprensión del documento o de la utili-
dad percibida. Por otro lado, la presencia de estos subgrupos
sugiere cierta heterogeneidad en la experiencia del consen-
timiento, probablemente influida por factores individuales
como el nivel educativo, el contexto clínico o la calidad de la
interacción con el profesional de salud.
Desde el punto de vista estadístico, todo lo descrito limi-
tó el análisis con pruebas estadísticas inferenciales. En gene-
ral, los marcos muestrales pequeños limitan la estabilidad del
alfa de Cronbach, debido a que no permiten realizar análisis
factoriales y la robustez del análisis jerárquico (23).
En lo concerniente a efectuar una prueba o entrevista
cognitiva antes de administrar una encuesta, los investigado-
res decidieron hacerla pues se trata de una práctica validada
que posibilita identificar y solucionar problemas relaciona-
dos con la comprensión y respuesta de los ítems, antes de
aplicar el cuestionario a gran escala. Esto mejora la calidad de
los datos recolectados, al asegurar que los participantes inter-
pretan las preguntas como se espera y responden de forma
precisa. Además, este procedimiento contribuye a descubrir
si los participantes dan respuestas que no reflejan su opinión
real, responden según lo que consideran que el investigador
espera o cometen errores al responder. En resumen, las entre-
vistas cognitivas indagan si los participantes interpretan las
preguntas en la forma esperada, si hay términos confusos en
la encuesta o si la estructura de las preguntas es difícil de en-
tender. Al entrevistar a los participantes mientras responden,
se puede observar cómo seleccionan sus respuestas, si tienen
interrogantes o si se ven influenciados por la manera en que
se presentan las preguntas. De tal forma, los hallazgos de la
entrevista cognitiva se pueden utilizar para mejorar el dise-
ño del cuestionario, haciendo las preguntas más claras, eli-
minando términos confusos o adaptando la estructura de las
preguntas para que sean más fáciles de responder. Al corregir
los problemas de comprensión y respuesta, la herramienta
evita sesgos y contribuye a que el cuestionario recoja datos
más válidos y fiables (24-27).
CONCLUSIONES
Desde el punto de vista bioético, se encuentra amplia-
mente sustentado efectuar un consentimiento informado
a pacientes a los que por no contarse con medicamentos
específicos para sus enfermedades se les debe prescribir te-
rapias fuera de indicación oficial. El valor del presente estu-
dio radica en su evidencia preliminar de que el documento
de consentimiento informado para uso de medicamentos
fuera de indicación oficial analizado fue comprensible, mo-
deradamente útil y bien recibido por los pacientes, aun-
que algunos mencionaron en sus observaciones el escaso
tiempo invertido por el profesional de salud para realizar el
proceso, producto de la práctica clínica en una institución
pública en Costa Rica, donde las citas médicas habitualmen-
te son cortas. Esto respalda su implementación en contextos
similares y justifica futuras evaluaciones con muestras más
amplias y procesos de validación estructurados. Aun así,
deben reconocerse algunas limitantes, como el reducido
tamaño de la muestra y el que no se realizó una validación
formal del contenido de la encuesta dirigida a los pacientes
mediante un panel de expertos. No obstante, esto no inva-
lida los hallazgos obtenidos, en el tanto se tenga claro que
no corresponden a categorías clínicas definidas y que se re-
quieren estudios posteriores que evalúen el desempeño del
documento de consentimiento.