
página
1 de 3
Gestión en Salud y Seguridad Social • ISSN: 2215-6216 • Vol. 4 (1): e2025-219, Enero-Diciembre, 2025
(Publicado Set. 22, 2025)
Resistencia antimicrobiana
Antimicrobial resistance
Gabriel Casares Casares1; https://orcid.org/0009-0009-4621-3339
1. Farmacéutico, Área de Medicamentos y Terapéutica Clínica, Caja Costarricense de Seguro Social; gcasares@ccss.sa.cr
Recibido 09 de mayo de 2025. • Aceptado 11 agosto de 2025.
Actualmente, la humanidad enfrenta diversas situacio-
nes que afectan no solo al cambio climático, el cual desde
hace tiempo viene causando estragos en el mundo, sino tam-
bién a la salud pública, como es el manejo irracional de los
antimicrobianos y la creciente resistencia a estos, considera-
da por diversos entes como una las mayores amenazas para
la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo (1).
Para su abordaje, se debe considerar que los antimicro-
bianos comprenden los antibióticos, los antifúngicos y los
antivirales, cuyo uso se da en seres humanos y en animales
domésticos. Por tanto, es importante efectuar un manejo
integral, que contemple su aplicación tanto a nivel sanitario
como veterinario, abarcando diversos ámbitos ecológicos,
como ríos, mares, aire, alimentos y otros.
Dentro de este contexto, se debe recordar que la resis-
tencia puede desarrollarse no solo por el uso inadecuado de
los fármacos antimicrobianos; también puede generarse por
la transmisión de bacterias resistentes (por consumo de ali-
mentos o agua contaminadas o por el contacto con superfi-
cies infectadas), así como por ambientes contaminados.
De tal forma, el manejo del uso racional de los antimi-
crobianos es complejo, ya que debe considerarse la acción
directa en el uso de estos, así como la cadena ecológica y la
gestión alimentaria.
En el caso de los alimentos, tanto de origen vegetal como
animal, se debe recordar que estos se suplen dentro de la ca-
dena de distribución con presencia de antifúngicos y antibió-
ticos, y son consumidos por las personas en una forma pasiva.
Esto genera consecuencias derivadas de la presencia de di-
chos compuestos en el organismo humano, favoreciendo la
selección de agentes microbianos resistentes y la eventual
aparición de resistencias cruzadas.
En cuanto al uso excesivo de antibióticos, debe mencio-
narse que este ha conllevado a la aparición y propagación de
bacterias resistentes, siendo uno de los mayores retos a nivel
mundial en el presente.
Con la aparición de la pandemia por la COVID-19 se incre-
mentó la prescripción excesiva o inadecuada, facilitándose el
desarrollo de microorganismos resistentes, con el agravante
de reducir la eficacia de los antimicrobianos, principalmente
de los antibióticos, además de comprometer a futuros anti-
bióticos respecto a su efectividad.
En Costa Rica están documentados los altos niveles de
resistencia antimicrobiana (ver Figura 1). De hecho, en diver-
sos estudios se ha determinado que en este país hay una re-
sistencia importante a los carbapenémicos (2), antibióticos
de amplio espectro, utilizados en infecciones nosocomiales,
infecciones intraabdominales, sepsis, neumonía, infecciones
urinarias, entre otros.
Pero no solo Costa Rica enfrenta esta situación; de acuer-
do con la OMS, en el año 2019, 25 países, territorios y zonas
presentaron datos sobre septicemias debidas al Staphylococ-
cus aureus resistente a la meticilina (SARM), y 49 países pre-
sentaron datos sobre septicemias debidas a E. coli resistente
a cefalosporinas de tercera generación (3GC) (4).
Sin duda, la principal consecuencia de este problema es
el aumento en el número de infecciones cuyo tratamiento se
vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los anti-
bióticos. Esto trae consigo un incremento en los costos por
atención médica, una prolongación de las estancias hospita-
larias y un alza en la mortalidad.
De acuerdo con un documento emitido por la Organiza-
ción Mundial de la Salud (OMS) en el año 2023 (5), se esti-
ma que la resistencia a los antimicrobianos ha causado 1.27
millones de muertes globales por año, más que el VIH/SIDA
y malaria. Aunado a ello, se calcula que para el año 2050 la
resistencia antimicrobiana podría causar hasta 10 millones de
muertes anuales si no se toman medidas urgentes (6).
https://doi.org/10.62999/yj4r6g23