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Gestión en Salud y Seguridad Social • ISSN: 2215-6216 • Vol. 3 (1): e207, Enero-Diciembre, 2024
(Publicado Oct. 07, 2024)
Desafíos en el diagnóstico de Cyclospora cayetanensis en Costa Rica:
lecciones aprendidas de un caso clínico
Challenges in the diagnosis of Cyclospora cayetanensis in Costa Rica:
lessons learned from a clinical case
Ana Lucía Mateus Vargas1; https://orcid.org/0000-0002-7198-0216
Laura Ugalde Cerdas2 ; https://orcid.org/0009-0006-9786-3559
Yanán Badilla Ramírez3 ; https://orcid.org/0009-0006-6760-7239
1. Microbióloga, Caja Costarricense de Seguro Social; mateusvargasana@gmail.com
2. Microbióloga, Caja Costarricense de Seguro Social; lau.uc71@gmail.com
3. Microbiólogo, Caja Costarricense de Seguro Social; ybadillar@gmail.com
Recibido 08 de noviembre de 2023 • Aceptado 16 de setiembre de 2024
RESUMEN
Cyclospora cayetanensis es un coccidio asociado a infecciones únicamente en el ser humano. Se transmite por medio
de alimentos frescos y puede causar diarreas de días o meses de evolución, dependiendo del estado inmunológico del
hospedero. En este artículo se presenta un caso clínico de un paciente inmunocompetente que sufre una diarrea de un
mes de evolución e importante pérdida de peso; padecimiento que inició luego de visitar una zona rural de Costa Rica.
Posterior a análisis de laboratorio clínico, mediante una técnica de diagnóstico molecular, se identica como agente causal
a C. cayetanensis. Tras la administración del tratamiento prescrito, el paciente logró resolver el cuadro. Con esta revisión se
pretende sensibilizar a los tomadores de decisión en el sistema nacional de salud sobre el subdiagnóstico de esta patolo-
gía y la necesidad de incorporar otras alternativas metodológicas para la detección de este parásito.
Palabras claves: Cyclospora, Ciclosporidiasis, Enfermedades Parasitarias, Costa Rica, Informes de Casos.
ABSTRACT
Cyclospora cayetanensis is a coccidium associated with infections only in humans. It is transmitted through fresh food
and can produce diarrhea that lasts for days or months, depending on the host’s immune status. This article presents a
clinical case of an immunocompetent patient who suffers from diarrhea lasting one month and significant weight loss; a
condition that began after visiting a rural area of Costa Rica. After clinical laboratory analysis, using a molecular diagnostic
technique, C. cayetanensis was identified as the causal agent. Following the administration of the prescribed treatment,
the patient managed to resolve the condition. With this review aims to raise awareness among decision makers in the
national health system about the underdiagnosis of this pathology and the need to incorporate other methodological
alternatives for the detection of this parasite.
Key words: Cyclospora, Cyclosporidiasis, Parasitic Diseases, Costa Rica, Case Report.
https://doi.org/10.62999/gestion.v3i1.207
INTRODUCCIÓN
La ciclosporidiasis es una enfermedad diarreica causada
por un protozoario llamado Cyclospora cayetanensis, parásito
que se considera emergente y que afecta solo a seres huma-
nos, en quienes provoca un cuadro clínico conocido como
diarrea del viajero. La infección se adquiere por vía fecal oral,
a través del consumo de agua y alimentos frescos contamina-
dos con ooquistes esporulados (maduros) infectantes. Tam-
bién ha sido asociado a alimentos listos para consumo (LPC).
Por lo general, las diarreas son autolimitadas; aunque puede
haber casos que requieren tratamiento farmacológico, el cual
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es distinto al utilizado contra otros protozoarios, por lo que es
imprescindible un diagnóstico certero, para así poder admi-
nistrar un tratamiento adecuado (1-3).
La enfermedad se relaciona con la estación lluviosa, por
la contaminación de la tierra y las fuentes fluviales (1, 3-5).
Los ooquistes esporulan en la tierra en un periodo de 7 a 15
días; una vez madurados contienen dos esporoquistes, cada
uno con dos esporozoitos. Estos ooquistes esporulados son
consumidos a través de alimentos o agua contaminada; al lle-
gar al lumen intestinal desenquistan y liberan los esporozoi-
tos, que invaden los enterocitos del duodeno y del yeyuno.
Allí se transforman en trofozoítos y luego en esquizontes; los
esquizontes tipo II tienen cuatro merozoitos, que son micro-
gametos y macrogametos que llevan a cabo la reproducción
sexual y la formación del zigoto. Los ooquistes se forman en
el enterocito y son expulsados del huésped sin esporular. De-
bido a que se requiere de un periodo de esporulación en el
ambiente, no es viable la transmisión directa de persona a
persona (1,3).
A pesar de que se conocen muchos aspectos del ciclo
de vida de C. cayetanensis, aun no se cuenta con información
como dosis infectante, persistencia en el ambiente, factores
de riesgo, distribución ambiental, otros posibles reservorios y
otros rasgos epidemiológicos.
Aunado a lo anterior, existe un subregistro de la enfer-
medad causada por este parásito, debido a que los métodos
utilizados para el diagnóstico son de baja sensibilidad (1, 3-5).
Partiendo de ese contexto, se describe a continuación
un estudio clínico de un adulto que consultó en un centro
médico por una diarrea de más de un mes de evolución. A tra-
vés de los análisis convencionales de laboratorio clínico no se
determinó la presencia de C. cayetanensis. Tras efectuar otros
estudios se logró su diagnóstico y se administró el tratamien-
to apropiado, con lo que el paciente pudo resolver el cuadro.
DESCRIPCIÓN DEL CASO
Paciente masculino de 51 años, vecino de San José, cono-
cido sano, consumidor ocasional de bebidas alcohólicas, no
fuma ni refiere utilizar algún tipo de droga. El cuadro clínico
comenzó durante el mes de junio de 2021, luego de visitar
varios restaurantes en la provincia de Guanacaste, Costa Rica.
El paciente se apersonó al centro de salud adscrito de la Caja
Costarricense de Seguro Social (CCSS). Durante la consulta re-
firió tener síntomas como deposiciones diarreicas ocasiona-
les y dolor abdominal leve, sin fiebre u otro síntoma. El caso
se abordó inicialmente como un cuadro diarreico agudo, el
cual se trató con hidratación, dieta regulada y loperamida
como agente farmacológico
Seis días más tarde presentó mejoría. Empero, continuó
presentando deposiciones líquidas ocasionales posterior a
la ingesta de alimentos. Por ello, se realizaron estudios clí-
nicos y de laboratorio a una muestra de heces, la cual ma-
croscópicamente se describió como acuosa y sin presencia
de sangre. Al frotis directo no se observaron leucocitos ni
eritrocitos y no se evidenciaron parásitos. Dadas las caracte-
rísticas de la muestra, se catalogó como una diarrea viral; no
obstante, por los días de evolución, se efectuaron estudios
por otros agentes infecciosos bacterianos y se continuó con
hidratación y probióticos.
Una semana después el paciente presentó mejoría. Sin
embargo, al aumentar la ingesta de alimentos reincidieron
las deposiciones diarreicas, acuosas, abundantes y amarillen-
tas. En la consulta médica se le prescribieron soluciones con
electrolitos, dieta blanda y más probióticos, y se le medicó
con metronidazol, 500 g cada ocho horas durante cinco días.
Además, se iniciaron estudios médicos y de laboratorio por
sospecha de síndrome de mala absorción intestinal.
El paciente persistió con deposiciones abundantes y
no hubo mejoría con el metronidazol. Al día 22, posterior al
inicio de los síntomas, se realizó una biometría hematológi-
ca que resultó en un conteo de leucocitos en 4,61x103 cel/
µL, hemoglobina en 14,0 g/dL, eosinófilos en 0,17x103 cel/
µL, proteína C reactiva cualitativa negativa y pruebas febri-
les negativas. Los análisis por HIV, hepatitis A, hepatitis B y
citomegalovirus resultaron negativos, y el estudio de perfil
celiaco fue normal. El coprocultivo resultó negativo y no se
observaron parásitos en el frotis directo de heces (solución
salina y lugol).
Para entonces el paciente persistía con deposiciones dia-
rreicas y había perdido 8kg de peso. Ante la persistencia de
los síntomas se realizó una prueba molecular de PCR a otra
muestra de heces para la detección de parásitos intestinales,
presentando prueba positiva por Cyclospora cayetanensis.
Se inició tratamiento con trimetoprima-sulfametoxazol,
dosis de 800 mg-160 mg por siete días. El paciente presen-
tó excelente respuesta clínica, resolviéndose el cuadro de
diarrea 48 horas más tarde. Una semana posterior a la fina-
lización del tratamiento farmacológico inició un cuadro de
diarrea posterior a la ingesta de alimentos, por lo que se le
dio un nuevo ciclo de trimetoprima-sulfametoxazol por siete
días más, con lo cual el cuadro resolvió y el paciente no volvió
a consultar.
DISCUSIÓN
Los casos de infección por Cyclospora cayetanensis se
conocen mundialmente, tanto en países desarrollados como
subdesarrollados, siendo más común en áreas tropicales y
subtropicales (3). En los últimos años se ha dado un aumento
de la tasa de infección en zonas no endémicas, lo que ha co-
menzado a cambiar la asociación de este cuadro clínico con
diarrea del viajero (6). Por otra parte, según estudios pobla-
cionales, se detecta gran cantidad de infecciones asintomá-
ticas, las cuales sugieren que hay desarrollo de inmunidad
debido a la alta exposición al parásito (3).
En diferentes partes del mundo, estudios clínicos han
documentado el hallazgo de ooquistes de C. cayetanensis en
ciruelas, verduras de hojas verdes, ensaladas empacadas, za-
nahorias, repollo y otras verduras LPC (2, 6-8). En Costa Rica
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han sido reportados en lechuga, apio, culantro, fresas y mo-
ras, obtenidas en ferias del agricultor del valle central (9).
De acuerdo con lo señalado en el estudio realizado por
Rodríguez y Abrahams (5), el caso reportado coincide con la
época estacional de invierno y el aumento de las lluvias, por
lo que el factor de riesgo epidemiológico temporal es clave
en la incidencia de casos. Por otro lado, el origen de la infec-
ción en este paciente se relaciona con el consumo de alimen-
tos en restaurantes rurales de la provincia de Guanacaste. A
pesar de ello, en Costa Rica los estudios para detección de
contaminantes en alimentos se han circunscrito al valle cen-
tral (9), lo cual deja en evidencia la necesidad de efectuar nue-
vos estudios e investigación de campo en las zonas rurales
del país, que contribuyan al conocimiento, la epidemiología
y la identificación de enfermedades transmitidas mediante
la ingesta de alimentos crudos o LPC, como es el caso de C.
cayetanensis.
En Costa Rica, el primer caso de infección por este pa-
rásito fue reportado en el año 1999, en una niña del cantón
de Desamparados, en San José, quien se encontraba asinto-
mática (10). En el año 2002 se reportó otro caso, encontrado
a través de un estudio de parasitosis intestinales realizado a
pacientes asintomáticos en una escuela en Curridabat, San
José (11). En ese mismo año se reportó el primer caso en el
Hospital San Rafael de Alajuela, en un paciente extranjero
con diarrea intermitente de cuatro meses de evolución (12).
Cinco años más tarde, se hizo el reporte de cuatro casos de-
tectados en una clínica en Desamparados, de los cuales tres
presentaban diarrea (5). Por tanto, la presente publicación re-
presenta el quinto caso en Costa Rica luego de seis años del
último caso reportado.
En general, las diarreas causadas por parásitos son poco
estudiadas; de ahí que se consideran subdiagnosticadas en
los servicios de salud costarricense, a pesar de que los proto-
zoarios son agentes etiológicos importantes en los cuadros
diarreicos (15).
En el caso aquí mencionado fue posible diagnosticar la
parasitosis y su agente causal dada la consulta reiterada del
afectado y el no contar con una resolución definitiva del cua-
dro. Para poder llegar a su diagnóstico, en cuanto a medicina
de laboratorio, en un inicio se realizaron estudios copropara-
sitológicos mediante montaje y frotis directo de una muestra
de heces; sin embargo, con esta metodología no fue posible
la detección de C. cayetanensis, probablemente debido a una
baja excreción de los ooquistes durante el periodo en que se
realizó el estudio; esto es concordante en pacientes inmu-
nocompetentes en los que la evolución de la enfermedad se
caracteriza por variación en la cantidad de ooquistes excre-
tados (13). De forma paralela, no se realizaron otros estudios,
como tinción de Ziehl Neelsen. Se descartó diarrea causada
por bacterias u otros microorganismos. Finalmente, después
de varios días, se aplicó una técnica de biología molecular a
otra muestra de heces recolectada por el paciente, con lo cual
pudo obtenerse el diagnóstico definitivo.
Es importante destacar el tiempo de evolución de la en-
fermedad, pues se trató de un adulto joven e inmunocompe-
tente. En este último caso, según Giangaspero y Gasser (13),
se pueden presentar diarreas de días a meses de evolución,
lo que produce un gran impacto en los estilos de vida de las
personas afectadas, así como en el estado de salud, por la sig-
nificativa pérdida de peso que provoca la patología.
Una vez diagnosticada y confirmada la etiología de este
caso, se utilizaron dos ciclos de trimetoprima/sulfametoxazol
como tratamiento farmacológico. Este medicamento actúa
únicamente sobre los estadios intracelulares del parásito
(14), por lo que se recomienda para futuros reportes verificar
la cantidad de ciclos necesarios de este fármaco, con el fin
de resolver el cuadro de manera exitosa. Lo anterior conside-
rando que la reacción inflamatoria que se da en el intestino
por la infección por C. cayetanensis puede persistir después
de haberse erradicado el parásito (15).
Cabe mencionar que dentro de los métodos diagnósticos
disponibles para ciclosporidiasis se encuentran los estudios
de biopsias o las pruebas de laboratorio clínico en muestras
de heces utilizando técnicas microscópicas, como el frotis di-
recto coproparasitológico. Este último se realiza en montaje
con solución salina y lugol. Otras metodologías incluyen tin-
ciones más especializadas de ácido alcohol resistencia, como
Ziehl Neelsen modificado y microscopía de epifluorescencia;
técnicas que se basan en morfología parasitaria (15). Pese a
ello, son métodos que tienen una amplia variación en su ca-
pacidad de detección, lo cual puede llevar a resultados falsos
negativos o falsos positivos (6,15).
Para aumentar la probabilidad diagnóstica y debido a la
excreción intermitente de ooquistes, se recomienda realizar
estudios a muestras seriadas (por triplicado) y emplear técni-
cas de concentración parasitológica, teniendo en cuenta que
a pesar de que son técnicas simples y de bajo costo económi-
co, tienen una baja sensibilidad y especificidad, además de
que son laboriosas y difíciles de implementar en laboratorios
clínicos con alto volumen de muestras o escaso personal ex-
perto (6,13).
Las técnicas inmunológicas no han sido ampliamente
desarrolladas; se ha reportado el uso de un equipo automa-
tizado que utiliza la citometría de flujo e identifica el parásito
por morfología. Por otro lado, los métodos moleculares vie-
nen en crecimiento y se pueden aplicar a las heces sin tratar-
las previamente; son pruebas más sensibles y específicas que
la microscopía, con una detección más robusta, que amplía
información sobre el origen de la enfermedad, lo cual es de
gran importancia para el manejo clínico y epidemiológico
(6,13,15,16).
En Costa Rica las pruebas moleculares son económica-
mente costosas y no están al alcance de toda la población.
En el primer nivel de atención del sistema de salud pública
de este país, donde se estudian la mayoría de las diarreas ad-
quiridas en la comunidad, los análisis se realizan mediante
métodos microscópicos convencionales. Empero, es funda-
mental sensibilizar a los tomadores de decisión para incluir
metodologías alternativas y robustas, e implementar nuevos
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protocolos para el estudio de diarreas, de forma tal que se
pueda incrementar la probabilidad diagnóstica, con una ma-
yor sensibilidad y especificidad analítica.
Por otro lado, se debe impulsar el desarrollo y el fortaleci-
miento tecnológico de las divisiones de parasitología clínica,
que incluya técnicas de diagnóstico molecular con protoco-
los para el primer nivel de atención, para así dar un estudio
más completo a los cuadros diarreicos, que impacte signifi-
cativamente en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento
de enfermedades parasitarias, así como el seguimiento epi-
demiológico y el control en salud pública de las parasitosis.
De acuerdo con Chacín-Bonilla (3), los métodos moleculares
deberían ser implementados en la atención clínica, con el fin
de lograr una mejor comprensión de este protozoario, así
como también de otros agentes etiológicos.
CONCLUSIÓN
C. cayetanensis es un parásito ampliamente extendido en
áreas tropicales y subtropicales. En los últimos años ha veni-
do perdiendo su asociación con la diarrea del viajero, ya que
se ha encontrado en alimentos que se consumen crudos en
zonas no consideradas endémicas.
En Costa Rica se realizó un estudio en alimentos frescos y
se cuenta con cuatro reportes de ciclosporidiasis, siendo este
estudio el quinto caso clínico reportado. Este se trata de un
paciente adulto joven inmunocompetente, cuyo diagnóstico
requirió de una técnica molecular. Sin embargo, no se le rea-
lizaron tinciones de ácido alcohol resistencia ni se le aplicó
ninguna metodología alternativa diagnóstica.
El reporte sugiere la necesidad de mayor vigilancia y
control en el sistema nacional de salud en la búsqueda de
parásitos como agentes causales de diarreas, dando impor-
tancia a protozoarios que se consideran de poca incidencia.
Asimismo, es necesaria la creación de protocolos obligatorios
y actualizados para los estudios de diarreas, que incluyan la
realización de técnicas especializadas y tinciones de ácido
alcohol resistencia, que puedan brindar más herramientas al
personal médico para un tratamiento eficaz y oportuno.
Además, se debe valorar el desarrollo tecnológico en las
divisiones de parasitología de los laboratorios clínicos del pri-
mer nivel de atención de Costa Rica, de manera que se ten-
gan más herramientas para el análisis de una mayor cantidad
de muestras de heces en un menor tiempo y sin sacrificar la
sensibilidad en la detección.
CONSIDERACIONES ÉTICAS
El reporte es de tipo descriptivo y no se realizaron trata-
mientos experimentales en la persona asociada al caso.
Se cuenta con consentimiento informado del paciente,
lo cual se ajusta a los lineamientos de la Ley General de Salud
de Costa Rica, decretada en 1973.
Los resultados de esta investigación son propiedad ex-
clusiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, principal
proveedor de servicios de salud pública de Costa Rica e insti-
tución en la cual fue atendido y abordado el paciente de este
caso clínico.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores declaran no tener conflicto de intereses.
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