Nos invade un noble sentimiento y un don de sincera humildad, al sentimos homenajeados por este culto grupo de directivos de nuestro Colegio. No hay duda señores L.. que nuestro colegio de médicos se encuentra en las mejores manos, personas capaces y correctas. A tal conclusión hemos llegado, después de leer la nueva revista informativa: "Medicina, Vida y Salud". Hemos podido constatar las numerosas inquietudes de este grupo de intelectuales, el desempeño de las mismas, a pocos meses de iniciadas sus labores.

    Ya nuestro cuerpo médico se convirtió en un gigante, en número y en extensión, nuestros servicios preventivos y asistenciales han pasado las fronteras de 10 esperado. No es nada sencillo funcionar como jerarcas, con la cantidad de médicos de nuestra época, y mucho menos con la cantidad de sus instituciones esparcidas en todo el territorio nacional. Surgen imprevistos, actos irracionales, toda clase de matices de conducta, enormes desafíos...

    Ya hace varios años nuestro Colegio de Médicos descentralizó sus funciones. Varios presidentes de este honroso colegio han tenido metas gloriosas y se han esforzado al máximo por llegar hasta los rincones más remotos del país. Aplaudimos tan encomios a labor. Nos percatamos que también falta mucho por hacer, para una aceptable organización... pero siempre habrá muchas acciones que rectificar, que modernizar, que componer, que sanear y hasta que deshechar... Nuestro acelerado crecimiento y los nuevos retos de superación, así nos lo exigen.

    Es lastimoso pensar, que el crecimiento ilimitado de colegas, haya sido motivo de poca cercanía entre los miembros del Colegio y en que no tengamos interés de conocemos unos a otros. Yo felicito al Dr. Arturo Roble Arias y a toda la directiva por tratar de distinguimos a los que en silencio trabajamos por una Costa Rica mejor.

    Dentro de nuestro gremio hay muchos y numerosos colegas, dignos de altos honores.

    Por favor, no dejemos de seguir esta política de reconocimientos justos. Continuemos con actividades científicas y sociales, como se han hecho hasta ahora, pues mucho nos falta para romper el hielo de la desunión, estrechar lazos de amistad y conseguir un ensamble más coherente con el abrazo fraternal que debe imperar en todos los tiempos. .

    Nuestras más sinceras congratulaciones al Equipo de Gobierno del Colegio de Médicos y Cirujanos, que hacen enormes esfuerzos por un acercamiento mayor de nuestros miembros colegiados.

    Muchas gracias.