Editorial
La clonación un reto para la especie humana
 
 

Desde Julio de 1996 cuando en Inglaterra se clonó la oveja Dolly los científicos genetistas han tenido- gran desesperación por llevarse el gran honor de clonar al ser humano. Las sociedades no han querido prepararse psicológicamente ni judicialmente para esta sorpresa tan conflictiva.

Prejuicios psicológicos, biológicos, religiosos inundan las sociedades de los pueblos del mundo. Aventurada es la reacción que se nos viene encima. Todavía desconocemos mucho del comportamiento biológico a corto y lejano plazo; las ¡aplicaciones que puedan venir en las comunidades que pueblan el planeta; los credos: cómo responderán según sus lineamientos

religiosos?; el comportamiento del ser clonado ante esa unidad de vínculos consanguíneos? Será igual su evolución fisiológica, sus etapas biológicas a diferentes edades? Según nos han trasmitido los científicos que han seguido los comportamientos de los animales clonados, el proceso de envejecimiento se acelera en forma galopante y las enfermedades degenerativas como el reumatismo y otras, también se inician muy tempranamente en el ser clonado.

Si nuestro propósito es obtener células madres para la curación de enfermedades degenerativas, de humanos nacidos con la normalidad que nuestro Ser Supremo nos concibió, tendríamos que sacrificar muchos embriones. La mayoría de las religiones proscriben esa práctica y los conflictos de diferentes legislaciones y credos religiosos las considerarían como prácticas abominables.

Nuestro pensamiento es el de que tendrían que pasar muchos años para limar asperezas científicas, religiosas y de legislaciones universales, para no caer en errores de inevitables consecuencias.

El prurito de algunos genetistas se está poniendo a prueba y constantemente en los diarios se comunica la clandestinidad de varios individuos humanos clonados en nuestros días, hasta Costa Rica ha llegado a informar de esas prácticas in vitro. Italia, Holanda, Brasil y de USA, han dado la clarinada. Sin prejuicios la francesa Brigitte Boisselier se ha atrevido a tirar a la publicidad la noticia del año que terminó 2002 y del inicio del 2003. Según ella la primera clonación humana y la secuencia de nuevos clones por motivos de su antojadiza religión.

Se hace prematura tal práctica científica clandestina, sin la maduración de experiencias de suficiente investigación y sin todavía haberse legislado sobre un asunto tan controversias. LosLaboratorios genéticos con animales nos dirán los pro y los contra de tales prácticas y no vale lapena brincamos etapas en asuntos de tanta seriedad.
 
 
 

Dr. Manuel Zeledón Pérez
Director