Sección Cultural
 
 
Las medinas "alternativas"
 
 

El título es intrigante y da idea de otra cosa -semejante a-, que en este caso sería la medicina alopática, la que practicamos los médicos graduados en las escuelas de medicinas de universidades, donde se imparte, entre otras cosas ciencia. El término utilizado en el título ha sido incubado precisamente por las personas, que sin tener conocimientos científicos académicos pretenden ayudar a los que supuestamente están enfermos, acciones que llevan a cabo con fines de lucro; ese término ha sido tan bien promocionado, que ya tiene carta de presentación, como muchas cosas en la vida del humano aunque luego desaparezcan sin dejar en su verdadera y útil historia. Esta práctica -diferente a la alopatía en su filosofía y concepción- es una realidad, no la podemos ignorar, se ha vuelto famosa entre la población supuestamente enferma de nuestro país; la consecuencia de ese fenómeno social, es que esas personas con alto grado de inocencia, insensatez, imprudencia e ignorancia acuden cada día en mayor número a esas "ayudas". La creciente popularidad en el país y continuo uso (en E.U. como de hasta un 32%, por parte de la población en general dato publicado en 1993 por el New England J. of Medicine), no da pie para aceptar prácticas en que se pierde el tiempo, el dinero y la salud; si el paciente está enfermo o su enfermedad progresa seguramente perdiéndose (por usar terapias no válidas científicamente) la oportunidad de diagnóstico y tratamiento certero y oportuno. Ese es el punto que conduce a la penalidad del ejercicio de profesión sin la preparación científica adecuada y el permiso gubernamental que defiende, en definitiva la suerte de la sociedad. El asunto no es hablar por hablar y ganar centavos.

Dentro de la gran polémica sobre ese tipo de prácticas, se debe estar atento y entender el asunto y tema como perspectiva abierta que no es lo mismo que aprobarlas, pues a vuelo de pájaro, parece que es más caro el remedio que la enfermedad.
Se puede descubrir brevemente las características de tales práxis: la acupuntura en la que se clavan agujas en varias partes del cuerpo para aumentar el flujo de energía a través del cuerpo, pretendiendo contra-restar, de esa manera, las enfermedades y aliviando el dolor, las nauseas y el estrés. La aromaterapia usa aceites esenciales extraídos de plantas para inducir la relajación y favorecer la curación. Entrenamiento autógeno técnica de implantación de sugestiones positivas en el subconsciente por medio de autoinstrucción usada en relación con relajación y estrés. Ayurveda uso de combinación de hierbas, purgantes y aceites de masaje para tratar enfermedades en general. Quiromasaje consiste en la manipulación de las vértebras sobre la afirmación de que una mala alineación de la columna vertebral causa obstrucción energética que produce enfermedad. Lavado intestinal con la supuesta irrigación hídrica del colón para eliminar "toxinas" que de otra manera podrían ser absorbidas por el intestino y causar enfermedad. Manipulación craneo-sacra se usa practicando presión manual para reajustar" las placas craneales y de esta manera "desplazando" el líquido cefalorraquídeo resolviendo "acortamientos" y "bloqueos" que pueden producir enfermedades Herbalismo y fitomedicina que emplea y usa hierbas y plantas para tratar enfermedades.

Homeopatía sistema que usa dosis altamente diluidas hasta desaparecer las moléculas, de sustancias naturales de las que se cree estimula el mecanismo de defensa, lo natural (el mecanismo) del cuerpo para curarse. Macrobiótica usa calorías que provienen de granos integrales, de verduras, de legumbres y de algas lo cual, creen aumenta la capacidad del cuerpo para sanarse a sí mismo. Naturopatía emplea y usa agentes naturales como aire, luz solar y agua en lugar de fármacos para tratar enfermedades. Suplementación nutricional que consiste en la administración de uno o más sumplementos dietéticos para aumentar la respuesta inmunológica del organismo y su capacidad para recuperarse. Reflexología aplicación de presión en puntos específicos de las plantas de los pies para aumentar el flujo de energía a través del cuerpo y activar su poder curativo. Tacto Terapéutico que pretende eliminar "bloqueos" en el "campo de la energía" de un paciente colocando las manos unos pocos centímetros por encima de su cuerpo. En el mundo científico se estudian los tratamientos más prometedores (no las ocurrencias) lo cual es caro y por lo general no incluye a los llamados "alternativos" máxima que esas prácticas son usadas por sus defensores con gran celo y misterio, escudándose y argumentando ellos, que sus terapias están con frecuencia adaptadas a las necesidades de cada paciente y no se prestan a la evaluación mediante un método científico tales como desvelar lo que ya se sabe, identificar qué avances o progresos son posibles, y hacer pruebas para comprobar si sus ideas actuales (y nuestras propias ideas) son correctas o incorrectas. El mundo de la ciencia sujeta todo su trabajo a la cualificación.

Un punto álgido pero real y palpable a cada paso en este tema: los practicantes de esas poses terapéuticas son charlatanes y además no tienen formación científica. Debe agregarse a esta afirmación que ellos pueden hablar y hablar trabajando hasta con buena intención y fervor religioso lo cual no puede sustituir a los datos científicos. A esto se debe agregar la manufactura y consecuente calidad de los productos empleados, los síntomas y signos secundarios producidos por el uso de esos productos y la vigilancia gubernamental sobre los prácticos, que nada tiene que perder, puntos que en conjunto no hablan ni demuestran seriedad de esos empeños.

Es posible que existan más prácticas y métodos a los aquí apuntados, de esta estatura, la mayoría ya usados por nuestros aborígenes precolombinos y posteriormente, durante la Conquista, la Colonia; lo mismo se recuerda en los siguientes períodos hasta el siglo XXI. Los Nahuath usaban espinas de maguey para practicarse punciones y plantas de toda clase y hongos para inhalar o masticar como en Sur América la coca. El agua, el aire y la luz solar es el entorno consustancial del humano y su uso específico como cura de algo que trastorna el cuerpo y la mente no se puede discutir como algo salido de la manga del cerebro normal.

El médico académico ve con escepticismo este tipo de prácticas, porque entre muchas otras cosas, en las escuelas de medicina del mundo y civilización occidental, no se enseña nada de ello y no existe vestigio en su curriculum; se sabe de esfuerzos de algunos para llevar estas "alternativas" al paradigma científico convencional y se conoce el perfil psicológico de las gentes fanáticas de tales prácticas, amantes de lo novedoso y diferente.

Lo más importante de la actitud de los médicos ante ese específico fenómeno social parte de la certeza de que todas esas prácticas no han podido demostrar científicamente utilidad alguna, usando el tamiz de los mismos criterios científicos rigurosos que se aplican a las terapias convencionales. Por ello nuestra preocupación y vigilancia; está de por medio la salud de la población.
 
 

Dr. Guillermo Rodríguez Aguilar
Expresidente del Colegio de Médicos y Cirujanos