UROLOGÍA
LA NEFRECTOMÍA DEL DONADOR
CADAVÉRICO EN EL TRANSPLANTE RENAL
Claudio Orlich Castelán*
Summary
We herein
review the surgical technique for the cadaveric donor nephrectomy that includes
the removal of both kidneys with the medial segments of the aorta and the
vena cava to obtain an adequate lenght of the renal vessels and in the use
of a patch of the aortic wall as describes by Carrel in the presence of múltiple
renal arteries. We insist in the need of obtaining good uretera length preseving
the periureteral adventicia containing the blood supply to prevent isquemic ureteral
fistulas complicating the transplant.
Introducción
En los últimos
años ha habido un crecimiento explosivo en el número de pacientes
que llegan a una enfermedad renal terminal y así como en el número
de centros médicos con unidades de hemodiálisis y diálisis
peritoneal y que tienen programas de trasplante renal. Esto ha dado
como consecuencia también una gran lista de enfermos que esperan un
donador vivo o cadavérico, siendo este último tipo de donador
la única alterativa en muchos casos, lo que hace que sea necesaria
la colaboración de los colegas médicos para la identificación
de posibles donadores y la educación y ayuda también de sus
familiares. Recientemente se realizó el trasplante número
doscientos hecho en el Hospital San Juan de Dios y en los últimos
años se ha dado ya el intercambio de riñones cadavéricos
entre los diferentes hospitales del país. Sin embargo el haber
notado defectos en la técnica empleada para la nefrectomía
del donador cadavérico como lo son el dejar los vasos y el uretero
muy cortos o la presencia de laceraciones iatrogénicas en los vasos
nos ha motivado a revisar la técnica quirúrgica descrita en
estos casos.
Evaluación preoperatoria y manejo
del donador cadavérico
Los riñones
cadavéricos deben de ser transplantados en las primeras 24 horas
después de su recuperación, pero es posible obtener resultados
aceptables aún 48 o 60 horas después de ser obtenidos.
Los donadores renales potenciales se obtienen de personas con trauma craneano
irreversible, accidentes cerebrovasculares o lesiones de anoxia cerebral.
No deben de tener historia de enfermedades sistémicas que afecten los
riñones, tales como litiasis urinaria hipertensión de larga
data en tratamiento medicamentoso, diabetes mellitus o enfermedad autoinmune.
Aquellos pacientes con historia de tumores malignos a excepción de
tumores cerebrales localizados o con cáncer de piel no melanomatoso,
no deben de ser usados como donadores de órganos. No debe de
haber historia de una enfermedad infecciosa transmisible o de una infección
activa no tratada. Es mejor no contar con personas con comportamiento
dudoso sospechosas de tener el virus del SIDA. Por todo eso es importante
obtener una historia médica de un pariente cercano o de un amigo
que ha tenido contacto reciente con el donador potencial. El proceso
de obtención de órganos puede empezar hasta después
de que se declara la muerte cerebral y de contar con el consentimiento de
la familia. El diagnóstico de muerte cerebral generalmente lo
hace el neurólogo o el neurocirujano y para ello el paciente debe
de estar comatoso, sin capacidad para respirar sin la ayuda de asistencia
mecánica y sin reflejos ni función de los nervios craneanos.
La ausencia de perfusión cerebral en un estudio de radioisótopos
es un exámen útil y que confirma el diagnóstico de muerte
cerebral. Ver tabla 1.
TABLA 1. DIAGNÓSTICO DE MUERTE CEREBRAL
Una vez que se ha hecho el diagnóstico de muerte cerebral.
El donador debe de mantenerse en estado de homeostasis normal. Se usan
respiradores automáticos con soporte ventilatorio y se debe de mantener
la normotermia. El mantenimiento de los cuidados pulmonares. El
colocar una sonda nasogástrica para prevenir aspiración, la
lubricación y protección de los ojos, el retirar todos los catéteres
intravasculares que han sido colocados sin una técnica estéril
y el monitorizar las funciones vitales con una presión venosa central
y el medir la diuresis por hora con una sonda vesical de foley son todos
necesarios. A veces hay deshidratación por lo que se recomienda
el uso de lactato de Ringer y puede haber hipertensión severa causada
por el reflejo de Cushing por elevación de catecolaminas circulantes
y por actividad simpática y se recomiendan los bloqueadores beta para
proteger el miocardio. Se recomienda mantener la presión sistólica
en más de 100 mm de mercurio y también el uso de dopamina para
mantener el flujo renal también es recomendada El volumen de orina
debe de ser mantenido a más de 1 ml por Kg por hora. Frecuentemente,
estos donadores pueden desarrollar diabetes insípida con excretas
de orina de más de 500 ml por hora, lo que puede llevarlos a hipokalemia,
hipematremia, hipocalcemia e hipofosfatemia. Esto se puede tratar con
vasopresina exógena intranasal. La creatinina sérica
en estos donadores cadavéricos debe de ser menor a 2 mg/ dl.
Una creatinina elevándose puede deberse a hipotensión prolongada,
que puede causar isquemia renal irreversible.
Técnica de la nefrectomía
en el donador cadavérico
En cuanto
a la técnica quirúrgica de la nefrectomía bilateral cadavérica
se dice que los riñones se quitan en bloque con las partes medias
de la aorta y la vena cava con el fin de preservar los orígenes de
los vasos renales con toda su longitud. Si se van a quitar órganos
múltiples. el orden de secuencia es el de quitar el corazón
y los pulmones primero, el hígado y el páncreas de segundos
y después los riñones. Se les da una dosis alta de corticoesteroides
para disminuir los linfocitos circulantes. Se da manitol intravenoso
a una dosis de 1 g/Kg para asegurar una buena -diuresis y para protección
a isquemia y se da heparina sistémica a una dosis de 10.000 a 20.000
unidades antes de quitar los riñones. Algunos colegas recomiendan
además el uso de bloqueadores alfa, bloqueadores de canales de calcio
o el uso de dopamina para disminuir el espasmo renal secundario a la manipulación
quirúrgica.
Si sólo
se van a quitar los riñones se hace una incisión del xifoides
al pubis. Se movilizan el colon derecho y el duodeno para exponer los
grandes vasos. Se aísla la bifurcación aórtica
y se le introduce una cánula para enfriamiento. Otra cánula
se pone cerca de la bifurcación de la vena cava. La aorta
suprarenal se moviliza hasta el tronco celíaco, así como también
la vena cava suprarenal. Los ureteros se dividen bien distalmente
dentro de la pelvis para obtener una buena longitud y se debe mantener el
tejido periureteral con su adventicia que lleva los vasos que lo irrigan.
Después de ligados el tronco celíaco y la mesentérica
superior se irrigan los riñones con una solución fría
con escarcha de hielo y en ese entonces puede permitirse el paro circulatorio.
También se coloca escarcha de hielo alrededor de los riñones
que ayudan también al enfriamiento. En este momento, se pueden
sacar los riñones con la fascia de Gerota intacta y se cortan y sacan
los grandes vasos con ellos. Todo eso se coloca en un recipiente externo
y se procede a quitar la fascia de Gerota y la grasa perirenal. Se
divide primero la aorta en su pared posterior antes de dividir la pared anterior
dejando un fragmento de la pared aórtica unida a las arterias renales
de ambos lados. Eso incluyendo arterias renales múltiples cuando
están presentes. La anastomosis de un parche de aorta tipo Carrel
que incluye todas las múltiples arterias renales que se pegará
luego a la arteria iliaca externa del receptor constituye el método
preferido para anastomosis arterias de donador cadavérico con varias
arterias renales. La vena renal izquierda con la vena cava y el riñón
izquierdo sacado separadamente pero la vena renal del lado derecho debe de
mantenerse intacta en toda su longitud unida a la vena cava para obtener
una buena longitud que facilite la anastomois.
El período de isquemia caliente transcurre desde el momento del paro
circulatorio hasta que el riñón es enfriado y perfundido y el
riñón humano puede tolerar de 20 a 30 minutos de isquemia caliente,
pero se trata actualmente de que sea mínimo cercano a cero. El
término de isquemia fría se refiere al período transcurrido
durante el almacenamiento ex vivo antes de que se reestablezca la circulación
con el receptor. Se han desarrollado soluciones para la preservación
de los órganos para contrarrestar las consecuencias metabólicas
de la hipoxia y del metabolismo anaerobio, como lo son la solución
de Collins y la de la Universidad de Winsconsin. Los nuevos medicamentos
inmunosupresores y los avances en el manejo de estos pacientes nefrópatas
avanzados han hecho que hoy día se prolongue la vida media de ellos
en un promedio de 13.8 años para los que reciben riñones donados
de cadáveres.
Resumen
Se revisa
la técnica de la nefrectomía del donador cadavérico que
incluye el sacar los riñones con el segmento medial de la aorta y
de la vena cava para obtener una longitud adecuada de los vasos renales y
en el caso de arterias múltiples para utilizar un parche de pared aórtica
tipo Carrel durante el trasplante. Se insiste en la necesidad de obtener
la mayor longitud posible del uretero y en la de conservar el tejido peiureteral
con su adventicia que contiene los vasos arteriales que irrigan el uretero
para evitar las complicaciones de fístulas ureterales por isquemia.
Bibliografía
1) Flechner,
S. and Novick, A. Renal Transplantation In Adult and Pediatric Urology.
J. Gillenwater et al. Fourth Ed. Lippincott Williams and Wilkins Co. 908-972,
2002.
* Servicio de Urología. Hospital San Juan
de Dios.