SECCIÓN CULTURAL


LOS TRASPLANTES


Guillermo Rodríguez Aguilar



Antes de seguir avanzando, es necesario hacer un estudio, como propósito primario, de todos los resultados a que se ha llegado, en el caso de trasplantes que incluye, entre otras cosas, la seguridad y efectividad de los procedimientos, como opción terapéutica en pacientes lesionados del corazón, riñón, pulmón, hígado, páncreas, córnea y médula osea, en un ámbito de inclusión prospectiva y de forma multicéntrica.

El tema es extenso pero se pueden sugerir ideas para implemantar un estudio.  Ejemplo de ello, son los criterios de selección de pacientes.  Sólo un ejemplo, para ilustrar, en cuatro hospitales nacionales se efectúan traspantes de riñón y en este punto, no hay criterio uniforme para incluir pacientes en el proceso.  Los hospitales mencionados pertenecen al mismo patrón (El Estado).  En la misma tesitura están los criterios de demandas judiciales.  En caso de trasplante, éste se efectúa de acuerdo con la práctica habitual de cada operador o grupo operador.  La rutina empleada durante la experiencia del equipo local hospitalario y su control lleva la misma suerte.  No se ha citado a ningún grupo seleccionado aleatoriamente para efectuar revaloración (si se ha hecho, sería una cosa magnífica) mucho menos empleando un solo laboratorio y un único técnico experto no participante en el procedimiento de esos hospitales.

Sería interesante estudiar el acontecimiento final principal por ejemplo complicaciones, mayores, fallecimientos por cualquier causa etc.  Otros objetivos secundarios se podrían contemplar.

Importante es acotar las definiciones.  En esto, hay subgrupos pues el procedimiento es sobre variedad de órganos y tejidos por lo que es necesario empezar por acoplar conocimientos y procedimientos de varias escuelas mundiales que llevan la batuta en estas labores.  El término éxito clínico es subjetivo pero en ciencia se puede demostrar y ahí, el cirujano y los médicos de apoyo se pueden lucir, nuevamente.  El éxito clínico conlleva la ausencia de complicaciones mayores dentro de la hospitalización.

Seguimos con la idea de sugerir.  Importante es saber si padecia el paciente aleatorio, otras enfermedades y que fármacos recibe y recibía.  La experiencia del operador o grupo de operadores se puede evaluar de acuerdo con el volumen de procedimientos realizados, por centro y por año.


El análisis estadístico debe ser realizado por consultores estadísticos no vinculados al proceso.  Ellos cotejarán tanto los campos omitidos como las inconsistencias encontradas, solicitando aclaración y/o rectificación a cada actuante en los centros hospitalarios participantes.  Se debe utilizar un programa estadístico ocupado en algún centro reconocido de atención de la salud y la enfermedad, en que los datos continuos se presenten como valores medios y los categóricos como frecuencias, para lo cual hay tests.

Las curvas actuariales de superviviencia se pueden estimar mediante el método de Kaplan.  Debe analizarse los cocientes de riesgo y el intervalo de confianza que por supuesto, estarán apuntados en los resultados del estudio.  Desde el principio se deben establecer un valor (por ejemplo mas 0.05) y éste ser considerado estadísticamente significativo.

En el sub-capítulo de resultados se debe incluir las característica de los pacientes, anotando las fechas de tratamiento y por años.  El análisis de la edad media de los pacientes y sexo es primordial y las enfermedades concominantes y sus vicios de cada uno de ellos son detalles nada despreciables.  Ello puede llevar a obtener características clínicas de la población por trasplantar.

Los datos del procedimiento ocupan un gran subcapítulo que están íntimamente ligados al éxito o fracaso del procedimiento.  Esta coyuntura enlaza al cirujano o grupo operatorio, incluyendo a los clínicos y al laboratorio local.

La evolución hospitalaria y el seguimiento a mediano plazo se debe tabular; incluye seguimiento inmediato y a mediano plazo y pérdida del seguimiento, cuando lo hay; luego los fallecimientos, en los que media un suceso final detestable.  Antes de ello, las complicaciones, detalle que puede llevar a conclusiones epidemiológicas muy interesantes.

En el sub-capítulo de Discusión, se ponen de manifiesto los datos de estudio, enfatizando éxitos y fracasos, complicaciones, técnicas, fracasos y otros muchos parámetros.  Los datos finales se deben comparar con estudios previos, resultados de cada hospital y en forma general los del país y de éstos, en el tiempo en que fueron hechos, entiéndase año en que se efectuaron.  Con ello se podrá tener consciencia de la experiencia acumulada, la evolución de las características técnicas, etc.

Por supuesto, el estudio propuesto tiene limitaciones; una de ellas es que no es un estudio aleatorio y que los resultados pueden sufrir cierto sesgo, favoreciendo los resultados finales, precisamente por incluir -en el estudio- a los pacientes, una vez finalizado el procedimiento.  En esto, se debe exigir que el estudio abargue a todos los casos y no sólo a los que "les fue bien".

Tarde o temprano, este estudio tendrá imperiosa necesidad de llevarse a cabo; no se puede avanzar a oscuras y la evaluación y verdadera contabilización de los hechos es lo que puede dar luz para seguir avanzando en el tema de trasplantes.



Dr.  Guillermo Rodríguez Aguilar
Ex-presidente
Colegio de Médicos y Cirujanos
de la República de Costa Rica