EDITORIAL
 
CRITERIOS DISÍMILES EN SALUD
 
 
El 27 de julio fuí invitado a la celebración de una conquista obtenida por una paciente con esclerosis múltiple ante la Caja Costarricense de Seguro social, la cual salió victoriosa al pelear ante la Sala constitucional, el derecho que tiene todo paciente asegurado, a que le otorgue un beneficio completo a cualquier enfermedad, sin importar el costo alto de sus medicamentos o de los procedimientos indicados, aunque sean de valor muy oneroso.

 Una organización internacional (no gubernamental) llamada por los pacientes EL DERECHO A LA SALUD se encargó  de homenajear tal victoria con la traída del Dr. Edgardo Cristiano, argentino, neurólogo de fama internacional, ponente en el acto de revisión del tema de salud de Esclerosis Múltiple y su tratamiento. El médico tratante de la paciente neurológica, Dr. Roger Morales Ujueta disertó sobre este aspecto tan importante de la enfermedad y al derecho a su correcto tratamiento.

Ambos ponentes, tanto el Dr. Cristiano como el Dr. Morales estuvieron elocuentes y dejaron muy claro que todas estas medicionas y/o procedimientos, aunque no curen las diferentes enfermedades y solamente prolonguen la existencia, o bien, mejoren la calidad de vida del enfermo, son beneficios valederos de obligacióny tienen que ser proporcionados por las aseguradoras de salud de los diferentes países del mundo. fue un tema meno pero que también ha sido polémico por los funcionarios de las instituciones aseguradoras de salud.

Hace tres años hubo una discusión publicitaria acerca del abandono terapéutico de los pacientes con SIDA en nuestro país.  Hace varios años que su tratamiento, de un coctel de medicamentos les ha traído enormes beneficios a estos enfermos.  Si bien sabemos que no los llega a curar, por lo menos les confiere una alta calidad de vida y les prolonga su existencia por numerosos años.  El costo de estas armas terapéuticas es bastante costoso y tratándose de varios cientos de ellos, hasta se ha dicho, que podrían desfinanciar el sistema de salud.  La Caja Costarricense de Seguro Social en ese tiempo (hace 3 a 4 años) argumentaba que con la cantidad de dinero que se gastaría en pacientes que no tienen probabilidades de curarse, podría salvar de la muerte a muchos miles de enfermos con diarreas y bronquitis agudas.  Nos pareció muy buena su teoría pero una institución tan poderosa económicamente no tiene más que ordenar sus presupuestos y la cobija alcanza para todos los renglones de salud tan importantes.

Desde luego, los gerentes de nuestra Institución no dejaron de pensar en los pacientes con VIH hasta que les consiguieron esa cobertura onerosa que les hacía falta.  Hoy día, sabemos que numerosos de los enfermos aludidos, llevan una vida buena y productiva, que en lugar de ir sucumbiendo con múltiples sufrimientos, pasan por ciudadanos normales, sabemos que todavía no hay una cura completa para VIH, pero con el tratamiento llevan una vida aceptable y les permite perpetuarse con calidad para ellos y sus familiares.

Programadores para radiación lineal no existen a nivel institucional de nuestro Seguro Social y solamente se dan estos servicios a nivel privado.  Aunque el Seguro asume los costos de los asegurados que lo necesitan, la Caja ha proyectado una institución del cáncer a pronto plazo, que contará con esos aparatos necesarios y todo lo que exista en el mundo moderno del tratamiento o investigación de esta enfermedad maligna.

Hay que halabarle a los personemos de la Caja Costarricense que llevan una lógica atinada en sus gastos e inversiones.  La cobertura de servicios preventivo-asistenciales ha sido grande y extensa a todo el país.  Quizás podríamos criticarlos, con intensiones sanas.  Qué es más oportuno, en ciertas ocasiones, no destinar presupuestos para tanta infraestructura de edificaciones, que no tengan la urgencia inmediata y enfocar más directamente los dineros a estos renglones de enfermedades no contempladas, para su debida paliación o mejorar la calidad de vida.  A veces las ignoramos bajo pretexto de considerarlas incurables.  Si estamos dando conford humano al que sufre y de su propia familia, se está cumpliendo con las premisas que debe tener la práctica de la salud.

 

Dr.  Manuel Zeledón Pérez
Director