EDITORIAL
 
FÁBRICAS DE MÉDICOS EN COSTA RICA
 
 
En nuestro campo de la profesión médica nos llama a la reflexión el artículo del periódico La Nación del 13 de mayo del 2001.  "Desempleo acecha a nuevos médicos".  Desde 1961 que se inició la enseñanza de la medicina del siglo XX, hemos podido observar la metamorfosis que se ha operado, tanto en las escuelas de medicina como en el ejercicio de esta noble profesión.

Si no exigimos excelencia en las aulas y deontología, cosecharemos una magnitud numerosa de galenos sin conocimientos básicos y sin agallas para imponerse al medio de inquietudes sanas de esta profesión.

Yo sigo insistiendo que si el médico no es completo como médico general, tampoco será un buen especialista.  La tendencia actual es que el candidato a médico se vaya especializando desde que es estudiante de las materias básicas, el futuro galeno pretende no darle mucha o muy poca importancia a las otras disciplinas, que a juicio de él, no le van a servir para su estandarte de super especialista.  Erróneamente piensa que con sólo hacer acto de presencia en las materias que el profesor imparte, ya tiene que ser promovido a logros posteriores. Desgraciadamente la reglamentación universitaria, hace que muchos de estos estudiantes, aprueben las materias, aunque no sepan al ABC de los conocimientos básicos.  Cuando la educación médica se masifica, pasan estos errores y vemos a lo largo de cinco o seis años, una serie de pretendientes de médico, se gradúan sin los conocimientos mínimos para afrontar un ejercicio profesional adecuado.

También hay poco vigilancia en los cursos que imparten ciertos profesores, muy mal pagados por cierto, pero que al fin y al cabo han aceptado la responsabilidad de enseñar, que tal designación no deja de ser un gran honor y éstos, no quieren abrir un pequeño paréntesis para transmitir conocimientos a sus alumnos asignados.

Futuro triste les espera a los 5.000 estudiantes de la escuelas de medicina, pues la Caja Costarricense de Seguro Social sólo puede incorporar a sus exigencias, 150 médicos por año.  Las plazas de médicos de empresas son pocas, el Ministerio de Salud, cada día se encoge más pues la medicina socializada va absorbiendo la medicina preventiva.  Los demás empleadores de médicos son de pocas instituciones y están saturadas.  La medicina privada sobrevive a medias gracias a que la Caja no tiene la amplitud para servicios oportunos y eficientes de consulta externa.  Las plazas de médicos rurales también son pocas o no las hay.

Ya en pocos años exitirán los especialistas faltantes en ciertas disciplinas de la C.C.S.S. de que hoy carecen.

Se podrán imponer en nuestro medio, los profesionales que sean sobresalientes en su ejercicio, por tal motivo es que debemos exigir excelencia académica y que el médico pueda trabajar bien como médico general o que tenga las bases firmes para poder ejercer o aceptar, cualquier especialidad médica.  Caso contrario esta sobre producción, hará que pase lo que ha pasado en muchos países de Europa y Latinoamérica, que el médico ya graduado, trabaja en otra actividad para sobrevivir. Ya en Costa Rica tenemos varios médicos trabajando en la visita médica.  En España en 1956 me tocó observar médicos que tenían una tienda de abarrotes y al lado un aposento para atender algún paciente que sorpresivamente aflorara a su suerte.  Para 1954 en un periódico mexicano pude leer lo siguiente: "Cinco mil médicos trabajan como taxistas en el Distrito Federal".

En Estados Unidos en 1948 sólo entraban a la escuela de medicina o podían seguir estudios, si el promedio de sus calificaciones era de 90 a 100.  Requisito indispensable para hacer el examen de admisión.  Ya eso era una exageración, pero se exigía excelencia académica.  En muchos países de Latinoamérica y Europa hay una materia básica para depurar los malos alumnos como es la Anatomía Descriptiva, la Fisiología Humana o la Histología, etc.  Muchos de los médicos recordamos que de 2.000 estudiantes que comenzaban la carrera, ya en segundo año sólo 500 asistían. Ese tamizaje tenía el objetivo de encontrar a los sujetos perseverantes y estudiosos y constituía la prueba de fuego en el primer año de medicina.  En los veintinueve años que fui profesor de la Universidad de Costa Rica, me tocó observar como los alumnos de los primeros años en que se había iniciado la Escuela de Medicina de la U.C.R. venían muy bien preparados todos, y que los de los últimos de mi función como docente, llegaban unos muy mal preparados y unos pocos, con buenos conocimientos.

Ahora, con la apertura de ocho o más escuelas de medicina, que se han fundado en los últimos años, no sabemos que les espera a los nuevos galenos?  El número de nuevos profesionales es enorme para la población nuestra.  Las autoridades rectoras tendrán que mantener un control más cercano sobre la calidad de estudios que se impartan.  El Colegio de Médicos y Cirujanos tendrán que exigir un examen profesional adecuado, como se estilaba hace pocos años y así poderse incorporar como colegiado.  La tesis para graduarse, tendrá que ser parte de las escuelas productoras de médicos.  Consideramos que si hay excelencia académica, de muchos países del exterior vendrían a formarse en nuestro medio.  Como en el pasado lo han hecho y ha sido orgullo para nuestro país.


Dr.  Manuel Zeledón Pérez
Director