EDITORIAL
 
RUINA Y DESAZÓN
 
 
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ha hecho ingentes esfuerzos por mejorar la atención en la prestación de servicios, médicos. "Consultas Externas Diurnas" en las Clínicas Periféricas para aminorar las filas de pacientes.  Refuerzos de especialistas para disminuir la espera a largo plazo.  Compra de servicios especializados con el mismo fin.  Salas de operaciones funcionando por las tardes para sacar la cirugía programada, sin que se entorpezca la cirugía de emergencia.  La atención primaria va cubriendo muchos sectores del país con el aumento progresivo de los EBAIS.  Los sistemas de pensiones de retiro se van reestructurando para cumplir lo más pronto con la demanda ascendente de pensiones maduras y de extensión del Régimen No Contributivo que es de justicia social.  La pobreza ascendente de nuestra transformación demográfica hace que cada día, los indigentes en ascenso, sean mayor carga para la C.C.S.S.

El Lic.  Rodolfo Piza Rocafort con su honorable grupo de directivos, ha hecho méritos encomiables, para dotar los centros de salud de muchas partes del país, de equipo muy valioso e idóneo para cada lugar.  En infraestructura los Hospitales y muchos Centros de Salud se va mejorando e incluso haciéndose nuevas edificaciones cuando ya son obsoletos.

La Caja no ha aumentado las cuotas desde hace 17 años.  El Estado no paga con puntualidad sus deudas a la Institución (CCSS).  Y cuando se va mejorando progresivamente la atención de esta gran masa de población, surgen desperdicios que nuestras leyes prolijan, como una huelga de 10 a 11 días, con pérdidas de 620 millones de colones, 250.000 citas de pacientes urgentes de trato médico, 3.500 operaciones, etc, etc.

Son asuntos paradógicos que echan por la borda todos los esfuerzos ganados con creces. Estamos en manos de sindicalistas pre-potentes, que agitan las masas y que en lugar de beneficio a los trabajadores traen ruina y desazón a los funcionarios esforzados y preclaros, entregados a una justicia social, no sólo de míseros reajustes de salario sino con una mira de gran proyección para el asalariado y de escasas dádivas que no han buscado el momento oportuno y financiero, para reajustarlas en su acertado lugar de los presupuestos ya pre-establecidos.

La repercusión de este incidente laboral calará profundamente en los planes de desarrollo, echarán atrás muchos de los avances ya en proceso de formación y algunos otros de pronto gestación.  Quedarán paralizadas muchas obras de bien o estancadas por la arbitrariedad; es el momento en que los funcionarios que nos gobiernan, tomen las medidas para protegernos contra la auto-destrucción y que no se diga que la democracia es igual al libertinaje en que hemos vivido y la falta de autoridad ha traído la anarquía de nuestra Costa Rica, país de antecedentes de paz y ponderación.


 

Dr.  Manuel Zeledón Pérez
Director