HOSPITAL SAN RAFAEL DE ALAJUELA



La fachada sur del Hospital San Rafael de Alajuela, fue declarada patrimonio histórico arquitectónico mediante Decreto Ejecutivo No.28169-C del 3 de setiembre de 1999, publicado en La Gaceta No.206 del 25 de octubre de 1999.

Desde el 1° de junio de 1882, la Municipalidad de Alajuela acuerda la construcción de un hospital para esa región. El 24 de octubre de 1883 entran en funcionamiento los servicios médicos. El 12 de junio de 1895 se inició la construcción del edificio con base en un plano elaborado por el Ministerio de Fomento. Los trabajos se paralizan por un tiempo y se reanudan en 1899.

El 12 de mayo de 1905 se inauguró oficialmente el hospital y la atención de los servicios médicos. En junio de 1907 se autorizó el ingreso de pacientes y de pensionistas.

Respecto de la arquitectura del Hospital, el informe técnico elaborado por Ana Luisa Cerdas Albertazzi el 4 de noviembre de 1998, con motivo de la declaratoria de Patrimonio Histórico-Arquitectónico, dice lo siguiente:
La fachada es de un solo nivel. Internamente este nivel fue transformado con la construcción de un entrepiso a media altura, evidenciándose levemente en el exterior a través de las ventanas. El edificio fue ampliado a los costados este y oeste respetándose las características formales de las ventanas.

La construcción es de ladrillo masivo sin refuerzos metálicos. La cubierta a dos aguas, rematada en los extremos en limajoya y limatón que proyecta las hojas de la cubierta de los pabellones laterales; originalmente de tejas, actualmente de lámina ondulada de hierro galvanizado.

La fachada presenta características de diferentes tipologías arquitectónicas: la forma de la cubierta –originalmente de tejas-, su alero de remate y en general la volumetría y disposición de los elementos como los vanos y el patio central proceden de la arquitectura colonial, que es la tipología predominante.

El acceso principal presenta columnas adosadas que evocan apenas a la arquitectura neoclásica. Igualmente la balaustrada y las guarniciones de mampostería de la puerta y de las ventanas. La fachada, de rasgos sencillos, a pesar de haber tenido anteriormente un tímido pero pretencioso frontón neoclásico, es característica de la arquitectura institucional de la época, similar al hospital San Juan de Dios, la antigua Aduana Principal y la Fábrica Nacional de Licores.

La fachada consta de catorce ventanas rectangulares que rematan en la parte superior con un arco de medio punto. En el borde del arco sobresale una guarnición de mampostería en altorrelieve, al igual que la banquina; la piedra angular del arco sobresale aún más. Las ventanas presentan un ritmo regular.

 
Al centro del edificio hay un remetido a manera de pequeño pórtico en el que se ubica la puerta principal. En él se encuentran, a los extremos, dos ventanas idénticas a las descritas anteriormente; entre éstas y la puerta –que se ubica en el centro- hay, a cada lado, una columna adosada. La puerta de madera de dos hojas repite el modelo de las ventanas. En la guarnición del marco –de medio punto- de la puerta hay una ancla de altorrelieve. Entre la puerta y las columnas, en el extremo superior, hay a cada lado una cruz de altorrelieve.

Todo el inmueble está montado sobre un muro de retención para evitar niveles, el cual remata en una balaustrada de cemento y gradas laterales de piedra que dan acceso directo al edificio. Esta ubicación preeminente unida a que al frente hay un parque, hace que la fachada principal sobresalga visualmente en su entorno inmediato.

El estado de conservación del inmueble desde el punto de vista físico está bueno; desde el punto de vista de su estado original está muy alterado en los lados y principalmente en su interior. En éste se encuentra una sobreposición de pisos, agregados y divisiones de madera, cemento y otros materiales que ocultan o han transformado las características originales del inmueble.

Por el intenso uso que tiene el hospital actualmente resulta irreal el plantear que se recuperen estas características a costa de sacrificar espacio que se utiliza para la atención médica de la población alajuelense. Además, la necesidad constante de transformar el interior del inmueble adecuándolo a requerimientos técnico-sanitarios cambiantes, se podría ver entorpecida por una disposición restrictiva sobre todo el inmueble.

Es por ello que, buscando una armonía entre el interés socio-sanitario y el socio-cultural, se propone proteger y conservar únicamente la fachada sur del inmueble por medio de una declaratoria de interés patrimonial.

El conjunto urbano que conforman la fachada sur y el parque Palmares es un elemento con gran arraigo en el paisaje de la ciudad desde principios del siglo XX y que por lo tanto, es conveniente conservar dentro del patrimonio histórico arquitectónico de Alajuela.