SESIONES CLÍNICAS
Lumbago y cervicalgia como
manifestación
inusual de Síndrome de Hipertensión Intracraneal Idiopática
Sesión del 22 de
junio del 2000
A. Piva R. *, J Hernández
G. **, E. Hernández V***
Artículo
recibido: 30-06-2000 - Aprobado: 07-07-2000
Caso:
L. Q. G.
Femenina
16 años de edad. Conocida sana y de 78 Kilogramos de peso y
1,62 cm estatura, para un índice de masa corporal de 29.7 (obesidad
grado l).
Paciente ingresa
por servicio de emergencias al que acude por disminución de la agudeza
visual de 15 días de evolución, más acentuada en Ojo
derecho que en ojo izquierdo.
La paciente niega
cefalea, nauseas, vómitos, tinitus, acúfenos o trastornos
del equilibrio. Recuerda haber estado desde hace meses con lumbalgia y cervicalgia,
además de parestesias intermitentes en ambos miembros superiores.
Ha estado recibiendo antiinflamatorios no estroidales (AINES) tanto por
vía oral como parenteral, pero no ha logrado mejoría a la fecha.
Al examen
físico
Agudeza visual en
Ojo derecho: percibe el movimiento de las manos del explorador Y en ojo
izquierdo, 20/70. Presión intraocular era normal, Fondo de
ojo con franco papiledema bilateral más manifiesto en ojo derecho
que izquierdo (Figura 1). Presencia de un Defecto
Pupilar Aferente Relativo en el ojo derecho y Moviemientos extraoculares
normales. Resto de examen neurológico fue normal.
Figura 1. Papiledema Bilateral. Papiledema
bilateral severo asimétrico mas importante en OD que en 01.
TAC con medio de contraste intravenoso fue normal.
Punción Lumbar a primera intención mide una presión
intrarraquidea de 48cmH20 y un diferencial bioquímico y celular normal.
Se inicia tratamiento con Diamox (Acetazolamida) 250mg Cuatro veces
al día por la vía oral.
Un mes después de tratamiento la Agudeza Visual ha mejorado a
20/50 ojo derecho (OD) y 20/25 ojo izquierdo (01) y, además, se pueden
hacer los primeros CV (campos visuales) que evidencian pérdida concéntrico
del campo compatible con papiledema crónico observado (Figura 2).
Figura 2. Campos Visuales
evidencia severa constricción.
En OD hay preservacíón de 5 grados y
en OI de 15 a 20 grados.
La evolución luego de cinco meses de seguimiento muestra una
atrofia óptica secundaria (Figura 3) con
una agudeza visual etabilizada en 20/50 OD y 20/25 OI, con recomendación
explícita de disminución del peso corporal.
Figura 3. Atrofia Optíca Secundaria
Discusión
El
síndrome de pseudotumor cerebral es una entidad clínica
bien conocida caracterizada por
una documentada hipertension endocraneana en presencia de estudios neuroradiológicos
normales. El síndrome de Pseudotumor cerebral es con frecuencia
idiopático (hipertensión intracraneal idiopática, IIH
por las palabras en inglés idiopathic intracranial hypertension)
pero con mucha frecuencia se asocia al uso de medicamentos (tetraciclina,
vitamina A, esteroides), enfermedad sistémica, embarazo u obstrucciones
intra o extracraneales del flujo sanguíneo venoso cerebral.
Las
manifestaciones clínicas clásicamente descritas de esta entidad
obedecen propiamente al papiledema o a la hipertensión endocraneana.
Entre las primeras
encontrarnos los oscurecimientos transitorios de la visión (1), en los que el paciente pierde súbitamente la visión
uni o bilateralmente, pero la recupera en cuestión de segundos, característicamente.
En otras ocasiones narra un oscurecimeinto paulatino que puede llegar a
la ceguera total. Esto debe diferenciarse de la amaurosis fugax, en
la que la pérdida visual tiende a ser de minutos, y tiende a no asociarse
con papiledema, sino a un trasfondo neurovascular isquémico (como
en los casos de isquemia cerebral transitoria).
La manifestacones
propias de la hipertensión endocraneana tienden a ser las que comunmente
conocemos: cefalea, náuseas, vómitos y con cierta frecuencia
los pacientes aquejan acúfenos, tinitus y/o vértigo (2, 3). Otras manifestaciones consideradas
como menores o menos comunes podrían hacer pasar por alto el diagnóstico.
Dentro de estas manifestaciones menos comunes han sido reportadas la rigidez
nucal, parestesias de extremidades, dolores articulares, inestabilidad para
la marcha, cervicalgia y lumbalgia, en estas últimas con o sin irradiación
radicular y en muy raros casos diplejia facial (4, 5, 6).
El
reconocimento tempranero de la entidad clínica es primordial en el
pronóstico de la visión de los pacientes; es ésta precisamente
la fuente de mayor morbilidad para quienes sufren el síndrome de
IIH. (7, 8, 9).
Nuestro paciente
sufrió un lamentable retraso en el diagnóstico de la enfermedad
y con ello una atrofia óptica asimétrica que le ha producido
incapacidad permanente tanto en la agudeza visual como en la percepción
del campo visual.
Estos dos últimos
parámetros son los que han de ser siempre seguidos muy de cerca por
quienes tratan este tipo de pacientes. La agudeza visual puede o
no alterarse en presencia de un campo visual francamente anormal; nuestro
caso ejemplifica esto al ver cómo la agudeza visual del ojo izquierdo
se ha recuperado a 20/25 pero el campo visual de ese ojo no tiene percepción
a más de 10 ó 15 grados.
Conclusión
El reconocimiento
temprano, la terapia diurética o quirúrgica adecuada (usualmente
la papilotomía radial o la derivación lumbo-peritoneal del
líquido cerebroespinal) y sobre todo el seguimiento oftalmológico
cuidadoso han de ser los objetivos de quienes somos responsables de pacientes
portadores del síndrome de hipertensión intracraneana idiopática.
Bibliografía
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of 57patients from five to 41 years and a profile of 14 patients with permanent
severe visual loss. Arch Neurol 1982: 39:461-474.
" Neurocírujano,
residente Oftalmología HM.
** Neurólogo asistente
Servicio Neurocirugía HM.
*** Jefe Servicio Neurología
HM.