Objetivos:

Profundizar en el conocimiento de la cefalea que acompaña al ictus isquémico en las primeras horas, cuyo mecanismo de producción y significado son poco conocidos. Comparando la frecuencia de aparición de cefalea entre los pacientes que recibían antiagregantes en el momento que sufrieron el ictus y los que no los recibían. Con el fin de valorar, de forma indirecta, la posible implicación de la agregación plaquetaria y el glutamato en la aparición de la cefalea.

Material y métodos:

Estudiamos prospectivamente 100 enfermos con ictus isquémico establecido en las primeras 24 horas desde el inicio de los síntomas, siguiendo la clasificación de la Oxforshire Community Stroke Project. Se valora la tensión arterial, la gravedad del déficit neurológico, la etiología y el tratamiento antiagregante previo.

Resultados:

Se observa una frecuencia de cefalea similar a la obtenida en otros estudios, 40%. Al valorar los diferentes subgrupos, señalar la baja frecuencia de cefalea en los infartos lacunares 16.6%. Comparando el grupo tratado, con el no tratado, destacar la menor tendencia a la cefalea en el tratado con antiagregantes. Analizando por subgrupos de tratamiento, esta diferencia se mantiene para la aspirina.

Conclusiones:

Diversas sustancias, como el tromboxano-B2 y la serotonina, secretadas por las plaquetas y que se han observado elevadas en los pacientes con cefalea e ictus, pueden estar implicadas en la aparición de la cefalea y no ser sólo un epifenómeno. Las diferencias en la aspirina pueden deberse además, a su efecto inhibidor sobre la producción del glutamato, el principal neurotransmisor responsable de la cefalea que acompaña al ictus..