ENFERMERÍA EN LOS PROCESOS
DE REFORMA DEL SECTOR SALUD
 
 

MARÍA DE LOS ÁNGELES MIRANDA MÉNDEZ*




Los países de América Latina y el Caribe, están inmersos en procesos de reforma del Sector Salud. Las razones, ya sean económicas, políticas o ideológicas, obedecen a la necesidad de responder a situaciones y condiciones de iniquidad social y a complejas realidades epidemiológicas, demográficas y económicas.

Estos procesos impactan directa o indirectamente sobre la formación y el desarrollo de los recursos humanos, promoviendo cambios, tanto en sus diseños curriculares y prácticas específicas como en su dinámica laboral y política.

La modernización del Sector Salud en su tendencia hacia la definición de roles institucionales, el fortalecimiento del primer nivel de atención, separación de funciones entre financiador -comprador, a la financiación de actividades costo/efectivas, el enfoque de calidad y la estrategia de participación social y comunitaria, requiere de profesionales que participen plenamente en la búsqueda de estrategias y que garanticen el pleno desarrollo de éstas, para optiinizar la utilización de los recursos y brindar servicios con eficiencia, equidad y calidad a la población vulnerable.

La actual crisis de competitividad global que afrontan los profesionales de la salud, es el resultado de un modelo superado por los nuevos paradigmas y enfoques sustantivos de la salud, los cuales exigen a los profesionales renovarse.

Ante éstos retos enfermería debe ensanchar sus horizontes, se hace necesario el abordaje multisectorial y multidisciplinario del diálogo para crear redes de trabajo que permitan enriquecernos mutuamente, mostrar el valor de la enfermería, liderar procesos de cambio con la gestión oportuna de estos procesos y presentar modelos alternativos de práctica acordes a las necesidades de salud de la población y las políticas nacionales.

Tres fuerzas separadas y en combinación están impulsando a enfermería hacia un liderazgo más asertivo y efectivo: la demanda, la competencia y el cambio. Los nombres no son nuevos, sin embargo, su carácter en el contexto actual es completamente diferente.

Demanda: en los procesos de reforma, las necesidades de la población emergen preponderantemente ante cualquier otra alternativa. Es prioritario conocer qué piensa y cuáles son las expectativas de la población, a la par de rigurosos análisis técnicos de situación de salud.

El empoderamiento de las comunidades exige escuchar la voz del pueblo, y hacerlo visible en los planes de enfermería y de salud nacionales.

El profesional de enfermería debe asumir un papel protagónico en el logro de la calidad y el costo-efectividad de la atención; así mismo trabajar juntos: servicio y docencia proactivamente en la definición de nuevos modelos de atención, acorde al perfil epidemiológico, y enfatizando en la prevención de la enfermedad y promoción de la salud.

La Competencia: Con la globalización las barreras profesionales se debilitan o caen, se requieren entonces, profesionales actualizados, con lecturas oportunas del entorno, con alternativas en salud basada en la evidencia y no en la costumbre. Trabajando en equipos de alto desempeño, combinando destreza, habilidad y talento; para organizar y eficientizar los servicios. La reforma requiere más que profesionales responsables, profesionales comprometidos con los objetivos y valores de la organización, además, las nuevas tendencias en el mercado laboral señalan que la enfermera debe ser flexible y estar preparada para laborar en sistemas de salud de mezcla pública y privada, así como en diferentes corporaciones de salud que ofrecen servicios prepagados en diversas formas, servicios que demandaran mayor rendimiento, productividad, contención del gasto, para lo cual es imperactivo el desarrollo de una conciencia ética del cuidado de enfermería.

El cambio: En el entorno turbulento, la buena gestión de enfermería debe equilibrar: una capacidad efectiva para la transformación, la búsqueda permanente de excelencia profesional a través de un cambio en el perfil profesional que garantice prácticas eficientes, eficaces y rápido aprendizaje con una clara definición de quiénes somos, a dónde vamos y cuál es la naturaleza de nuestro quehacer.

Debemos participar en la elaboración, el desarrollo y la operativización de políticas de salud y conducir procesos para la construcción de marcos conceptuales y teóricos, cuyos lineamientos estén acordes con la realidad.

Como consecuencia de la modernización, además de los roles tradicionales definidos según la visión anteriormente expuesta; surgen roles emergentes e inherentes a los objetivos del proceso de reforma, por ejemplo: evaluación, economía de salud, planificación, negociación, gerencia de servicios de salud, evaluación tecnológica, etc., que no han tenido abordaje organizacional, ni están limitados por sus antecedentes, ante los cuales enfermería debe competir con otros profesionales, pero que su visión, compromiso, preparación y esmero, podría posicionarle en un nuevo mercado laboral.

El Proyecto Liderazgo para el Cambio Fase II, del Consejo Internacional de Enfermeras, el cual involucra todos los aspectos inherentes a la Reforma del Sector Salud, ha motivado a las enfermeras de América Latina y el Caribe hacia una actitud proactiva, visionaria y asertiva, hacia los procesos de reforma en la Región.

En suma, Enfermería se compromete con los cambios de gran trascendencia, donde el usuario es su objetivo y sujeto principal y en su compromiso con la población y los más necesitados, asume la bandera de la ética, la solidaridad, la equidad y la eficiencia.



* Msc. Ma de los Ángeles Miranda Méndez. Asesora Proyecto de Modernización CCSS