Editorial

El año pasado, por estas fechas, el mundo vivía una gran incertidumbre, estábamos ante un cambio de siglo y para muchos, ante un cambio de mílento. Se pronosticaban distintas situaciones, con respecto a este particular momento. Muchos de ellos, nada favorables, sin embargo comenzamos un nuevo año y nada de lo que se decía ocurrió.

En estas condiciones, comenzamos desde la Junta Directiva a realizar los proyectos que se habían definido y orientándonos, a que se cumplieran los objetivos que cada uno de ellos perseguía. Ha sido un año de intenso trabajo, seguramente, nunca antes el Colegio de Enfemeras habían tenido la presencia que hoy tiene y esto porque se llegó a las siete provincias del país. Con las enfermeras (os) de cada una de ellas, se intercambiaron criterios que contenían deseos, reclamos, aspiraciones o frustraciones. Esto evidentemente, ha producido una profunda satisfacción, por el hecho de conocer ahora, bastante más de nuestras (os) colegiadas(os).

En una fecha como la actual, en que finalizamos un año, quiero solidarizarme con aquellas (os) que han manifestado frustración.

Cuando se refirieron a esta situación, generalmente fue por el hecho de no haber logrado, siendo profesionales en enfermería, desarrollarse en el puesto que corresponde a un profesional con esta categoría.  Muchas (os) compañeras (os) actualmente están contratadas (os) como auxiliares de enfermería.  Seguramente, todas (os) ellas (os) lograron ser profesionales, después de múltiples sacrificios, tanto sociales como económicos.

En la actualidad, no existen las posibilidades de que todas (os) ellas (os) logren tener el puesto que les corresponde. Más aún, hay muchas (os) de ellas (os) que actualmente no pueden ni siquiera trabajar en actividades relacionadas con la enfermería y no pocos, peor aún, están desempleados.

Quiero reiterar, desde este editorial, mi más profundo sentimiento de solidaridad con estas (os) compañeras (os) y decirles, que desde esta posición, el próximo año, el tema principal para la agenda del colegio será tratar por lo menos de disminuir esta situación. Seguramente se convertirá en una tarea difícil, pero tengan la seguridad, que  se escatimarán los esfuerzos para que la frustración, que en este momento se siente, se convierta en el logro, seguramente, de la aspiración más querida.  Es decir, realizar la actividad coherentemente, vale decir, profesionales de enfermería, nombrados como tales.

En esta fecha tan simbólica, de Navidad y Año Nuevo; propongámonos cada uno objetivos y metas para el próximo año, pero ojalá,  considerando los intereses de los que nos rodean. Es decir, pensando en los demás. Si eso lo hacemos desde ahora, seguramente, la Navidad y el año Nuevo serán mucho más satisfactorios. Compañeras (os) profesionales de enfermería, deseo para cada uno de ustedes, lo mejor en este final de año y el próximo que comenzaremos. Que pasen una Feliz Navidad, y que el Año Nuevo les depare lo mejor a todos.

 
 

Lic. Margarita Araya Solis
Presidenta Colegio de Enfermeras de CR