Gota
Dr. Alvaro Castro Poltronieri
Reumatólogo,
Hospital San Juan de Dios,
San José, Costa Rica
Noviembre, 2004
Definición:

Se entiende por gota (del latín gutta que significa líquido o derrame) la inflamación articular aguda o crónica causada por la presencia de cristales de ácido úrico dentro de la articulación. Estos cristales actúan como un ¨cuerpo extraño¨ que desencadenan la activación de una serie de mecanismos celulares y liberación de sustancias químicas por parte de éstas responsables de la inflamación.

El término Hiperuricemia significa niveles de ácido úrico elevados en sangre y es importante destacar que no todos los individuos con hiperuricemia hacen gota. Sin embargo cuanto más alto el ácido úrico en sangre mayor es la posibilidad de desarrollar artritis secundaria a ésta, o sea gota.

La hiperuricemia asintomática (sin ataques de artritis) y la gota son mucho más frecuentes en los hombres que en las mujeres y en su presentación influyen factores genéticos por lo que es común encontrar varios miembros masculinos de una familia que padecen de la enfermedad.

Causas de Hiperuricemia y gota:

Los niveles de ácido úrico en sangre pueden elevarse por dos mecanismos fundamentales:

La primera es la causa menos frecuente de gota y se da por defectos congénitos de enzimas que participan en el metabolismo del ácido úrico. También puede verse en enfemedades hematológicas (leucemia por ejemplo) donde ocurre una gran destrucción de células y en ayuno prolongado por utilización masiva de las propias proteínas. La disminución de eliminación de ácido úrico por parte de los riñones es la causa más frecuente de gota (90%) y es causada por defectos congénitos renales en la mayoría de los casos, los cuales provocan una excreción baja de ácido úrico en orina (que puede ser medida en una muestra de orina de 24 horas). Al no eliminarse adecuadamente el ácido úrico por la orina los niveles en sangre aumentarán, aún cuando la producción de ácido úrico por el organismo sea normal. Otros factores pueden desencadenar hiperuricemia y gota por este mismo mecanismo como son el uso de diuréticos, ayuno prolongado, ingesta frecuente de alcohol e insuficiencia renal.

Cuadro clínico:

El individuo que va a desarrollar gota pasa por un periodo generalmente de varios años de Hiperuricemia asintomática hasta que los niveles de ácido úrico son suficientemente elevados (usualmente mayor de 9 mg/100ml) para desencadenar una crisis aguda de artritis, periodo al que se denomina gota aguda intermitente. Típicamente aparece en varones alrededor de los 35 años como una artritis de una sola articulación (monoartritis) la cual generalmente (70% casos) es la 1ª. articulación metatasis falángica (dedo gordo del pie). Este episodio es sumamente agudo y se denomina podagra. La articulación se inflama, se torna color rojo-violacea, caliente y es prácticamente ¨intocable¨ debido al severo dolor presente. Otras articulaciones que pueden ser afectadas por esta monoartritis inicial son el dorso del pie, tobillo, rodillas y codo.

Al principio estos episodios desaparecen en días sin dejar secuelas, y el paciente está libre de síntomas por varios meses o hasta años. Conforme pasa el tiempo el periodo entre crisis se acorta a lo que se denomina gota intercrítica. Las crisis ocurren cada vez más frecuentes y pueden afectarse varias articulaciones a la vez.

Si el individuo no recibe tratamiento, con los años entrará en el periodo de gota crónica o gota tofácea. Se encuentran en esta fase depósitos de ácido úrico en forma de nódulos palpables (tofos) en el tejido subcutáneo sobre todo en la vecindad de las articulaciones. La artritis se torna crónica poliarticular (afección de múltiples articulaciones) y puede ser sumamente destructiva llevando a deformaciones.

Como complicación pueden producirse depósitos de ácido úrico en los riñones o cálculos renales que pueden llevar a una insuficiencia renal crónica.

Diagnóstico.

El diagnóstico lo hace el médico con un cuadro clínico compatible y la presencia de hiperuricemia asociada o no a una excreción baja de ácido úrico en orina. Se puede además tomar material de los tofos para análisis microscópico de cristales de ácido úrico o líquido sinovial de las articulaciones inflamadas para el mismo fin.

Las radiografías también ayudan pero en etapas avanzadas.

Tratamiento:

El tratamiento de la gota se divide en dos esquemas:

Tratamiento de mantenimiento (control de hiperuricemia).

Pretende mantener niveles normales de ácido úrico en sangre para prevenir futuros ataques de gota. Esto se hace de 3 maneras: a) Restricción dietética: comprende restricción de alcohol y alimentos ricos en ácido úrico (vísceras, anchoas, sardinas, carnes rojas, mariscos, lentejas, espárragos, etc.). b) Medicamentos uricosúricos para aumentar excreción de ácido úrico en orina (Ej. Provenecid). c) Medicamentos que disminuyen producción de ácido úrico (Allopurinol). Este tratamiento no sirve para la crisis aguda.

Tratamiento de crisis aguda de gota:

La crisis de artritis aguda gotosa se trata con: a) Antinflamatorios no esteroideos a dosis altas (Ej. Indometacina, Diclofenac, Piroxican). b) Colchiciva a dosis de 1 tableta (0.6 mg) cada hora vía oral x 6-8 dosis. c)Aspiración de líquido articular con o sin infiltración de esteroides de depósito.