Si una persona hace una llamada telefónica diciendo
que está realizando un acto suicida, se debe
mantener ocupado a la persona en la línea, mientras
que otra debe contactar a la policía  para intentar el
salvamento.
 Luego de un intento de suicidio, la evaluación
psiquiátrica debe llevarse a cabo lo antes posible.
     El mismo médico debe ser una fuente de ayuda
sólida y segura, con una atención cordial y
expresando su preocupación y comprensión hacia los
sentimientos que originaron en la persona la toma de
esa decisión.