uCambios pronunciados
en su personalidad.
uAburrimiento
persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su
trabajo escolar.
uQuejas frecuentes de
dolores físicos tales como los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que
están por lo general asociados con el estado emocional del joven.
uPérdida de
interés en sus pasatiempos y otras distracciones.